Un gol postrero del Valencia manda a la lona a los célticos tras un caótico partido
14 may 2023 . Actualizado a las 16:44 h.El Celta parece decidido a complicarse la vida. En ocho jornadas, ha tirado por la borda todo el trabajo realizado durante meses y con la derrota ante el Valencia se mete de lleno en el lío de la permanencia. Los vigueses, pese al vídeo análisis, no aprendieron de los errores, sino que incidieron en ellos. Permitieron que el conjunto visitante se adelantase en el marcador en el arranque, apenas fueron capaces de crear fútbol y pese a que el juego parado le dio una oportunidad con el empate, tras un chorreo valencianista carente de acierto, no fueron capaces de salvar un punto sino que a falta de tres minutos para la conclusión, volvieron a dar todas las facilidades del mundo a los che para marcar. Diakhaby centró solo y Marí remató todavía más solo. Como consecuencia, los de Carlos Carvalhal siguen aplazando la permanencia y complicándose cada día más.
Se suponía que el Celta había aprendido la lección, pero lo único que hizo en los diez días de parón fue retardar el primer bofetón. Si en Villarreal y Getafe poco menos que encajaron tras el saque inicial, ante el Valencia lo hicieron a los siete minutos y tras un error grosero de Franco Cervi. El lateral zurdo de emergencia, por la sanción de Javi Galán, midió mal un balón largo de la zaga del Valencia, quedó vendido por el bote y todo lo demás fue pan comido para dos de los niños del conjunto che. Centró Guerra y Kluivert marcó a placer con un remate al primer toque.
El 0-1 cargó al Celta de imprecisiones, especialmente a la hora del último pase. Hubo demasiada precipitación y poco acierto, lo que permitía al Valencia defender muy cómodo en bloque bajo. El único peligro del conjunto celeste llegó a balón parado, con dos remates, uno de Hugo Mallo de cabeza y otro de Tapia con el pie. La tercera opción surgió de un eslalon con zurdazo incluido de Carles Pérez que terminó atrapando el portero del conjunto de Rubén Baraja.
El arranque del segundo tiempo fue una locura. Un duelo a tumba abierta en donde el Valencia pudo sentenciar en una sucesión de contras, casi todas ellas en superioridad numérica. Tapia achicó dos de un modo milagroso y en un saque de córner Iván Villar sacó una parada de balonmano para impedir el tanto de Diego López, que remató libre de marca.
El Celta aprovechó el indulto, y como por la vía del fútbol combinativa parecía imposible llegar al empate, recurrió al balón parado. La fórmula funcionó porque un excelente remate de cabeza de Haris Seferovic, tras un córner botado por Fran Beltrán, le dio el gol al conjunto vigués. Para entonces ya no estaba en el campo Iago Aspas, que lastrado por sus problemas de espalda tuvo que irse del campo a la hora de partido.
Con las tablas en el marcador el Celta firmó sus mejores minutos, controlando el partido a través del balón y llegando con cierta comodidad al área de un Valencia que atravesaba un momento delicado. De nuevo la pelota parada pudo conducir al Celta al éxito. Óscar Rodríguez dispuso de dos faltas en la divisora del área rival y en la primera Mamardashvili atrapó el esférico sin complicaciones, pero el segundo obús del talaverano acabó en el palo. Un par de centros buscando a Paciência y Larsen también metieron el miedo en el cuerpo a los che.
En este escenario, el empate era un resultado mucho mejor para el Celta que para el Valencia, pero los de Carvalhal cometieron otro error grosero a falta de dos minutos la dejar a Diakhaby centrar solo en la derecha y al canterano Alberto Marí rematar más solo de cabeza en el corazón del área para marcar el 1-2 y prolongar el sufrimiento de un conjunto celeste que no es capaz de salir de la crisis.