Antonio Chaves, el treintañero que regó de millones a un moribundo

LA VOZ VIGO

GRADA DE RÍO

xoan carlos gil

Llegó en el 2008 al Celta y aterrizó en la sede de Praza de España

07 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

19 de abril del 2008, el Celta anuncia la llegada de Antonio Chaves como nuevo director general de la entidad después de ganarle al Hércules (1-0). Días después, un treintañero encorbatado, abogado de profesión en Garrigues, cruza el umbral de la sede, entonces en Praza de España. Cuando aterrizó, el club preparaba su entrada en el concurso de acreedores como última esperanza para reverdecer «a una manzana podrida», según comentó el propio Carlos Mouriño.

A lo largo de estos tres lustros, nadie le ha dedicado tantas horas al club como el meco. Primero, sacó adelante una negociación dura con Caixanova (Abanca) y el resto de acreedores para salvar el proceso. Lo mismo hizo con la Agencia Tributaria, con quien tenía el club contraída gran parte de la deuda. Chaves fue el último en conseguir una quita del 85 %, una cantidad astronómica que solo había prosperado en el concurso del modesto y desaparecido CD Ourense, pero él la extrapoló con éxito a un gigante con una deuda asombrosa.

Aunque la palabra arquitecto en el Celta se pusiese de moda el pasado verano con el desembarco de Luís Campos, el primer diseñador del club fue Chaves. En lo económico y en lo deportivo. Asumió desde el principio la premisa de Mouriño: gastar un euro menos de lo recaudado, y en todos los balances económicos del club, la realidad siempre ha estado muy por encima de la previsión.

 

En el aspecto deportivo, siempre ha estado al pie del cañón, en contacto permanente con la plantilla, en especial con los pesos pesados, pero atento también a todos los movimiento. Fue el interlocutor de cuanto entrenador pasó por Vigo a lo largo de los últimos 15 años. Además, tomó parte activa en la práctica totalidad de las operaciones de compra y venta realizadas a lo largo de este tiempo. Chaves cogió al Celta con 70 millones en números rojos y lo deja con unos beneficios acumulados por encima del centenar de millones.

Su salida, dos días después de finalizar la temporada, podría ser el principio de un fin de ciclo en la cúpula celeste, aunque ese movimiento todavía está por ver.