Hugo Mallo, con sus virtudes y sus defectos, es historia viva del Celta y se merece un homenaje en el campo
10 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Manolo se despidió en un partido homenaje ante la selección de Polonia que congregó en Balaídos, escaleras incluidas, a unos 30.000 espectadores en un evento que hoy sigue siendo una de las imágenes icónicas del celtismo. Hugo Mallo dijo adiós en A Sede, en un acto tan emotivo como restringido. El marinense, que se marcha como el futbolista de la historia del Celta con más partidos en Primera, se merece despedirse en el césped, vestido de corto y con un entradón como el del Gran Capitán.
Hugo, con sus virtudes y defectos, es historia viva del Celta. Por sus 256 capitanías, por sus 449 partidos en el primer equipo, por ser el último canterano que no pasó por el filial y por actuar de nexo de unión entre el club y la plantilla durante mucho tiempo. Mallo podrá contar a sus nietos que jugó una semifinal continental y dos de la Copa del Rey, que estuvo en el último ascenso de un equipo que desde entonces se mantiene en la élite y que lo suyo fue una historia de sacrificio desde que era un chaval. Cuando otros jugaban, él se subía al coche de su padrino para entrenar todos los días. Desde infantil y derrochando personalidad desde el primer momento. La misma que ha esgrimido ahora para romper con su zona de confort. ¡Sorte, capitán!