El himno del centenario de C. Tangana, «de todos y de siempre, como el Celta»

MÍRIAM V. F. VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

LA VOZ

El artista presenta emocionado la «obra más importante a nivel cultural» que ha hecho

07 jul 2023 . Actualizado a las 10:29 h.

De niño, C. Tangana no soñaba con ser músico, pero sí con marcar un gol en Balaídos. Estudiante de un colegio de Carabanchel, aquel hijo de vigués no tenía noticia de que hubiera nadie más cerca al que llamaran Pucho. Tampoco que emulara los lanzamientos de falta de Mostovoi ni que celebrara los goles con la Gaviota de Catanha. «Para mí, ser celtista era algo casi subversivo», dijo este jueves el artista en la presentación del himno del centenario. «Esto conecta con mi yo de toda la vida. Es lo más importante a nivel cultural que he hecho», desgranaba.

Porque dos años, cuatro meses y dieciocho días después de que escribiera aquel famoso tuit en el que se ofrecía a componer el himno del centenario del Celta —«¿puedo intentarlo?», escribía en Twitter—, un grupo de aficionados y autoridades pudo escuchar completa la pieza titulada Oliveira dos cen anos 1923-2023. Entre medias, algunas opiniones en contra que fueron las menos con el paso del tiempo e incluso una filtración dos días antes que corrió como la pólvora por WhatsApp, pero que no empañó el preestreno de ayer.

La cita era a las 20.00 horas en el Teatro Afundación. Ya por la mañana, y tal y como Carlos Mouriño había avanzado que sucedería, se dio a conocer la letra, íntegramente en gallego. Una lona en el centro comercial A Laxe recogía los versos al completo, firmados debajo por «Puchito», como se conoce cariñosamente a C. Tangana. «Na ledicia son celeste, celtista no padecer», «Sempre Celta, un escudo no meu peito», «Conto cada día da semana para que me deas esa morte» o «Nesa beleza celeste pérdome cando te miro» son algunos de los fragmentos más celebrados.

Del vídeo, que se llevó dos ovaciones atronadoras, se sabía que Rande y San Simón estaba entre los escenarios, que la cultura y el paisaje gallegos eran protagonistas y que el celtismo tenía un papel primordial. Musicalmente, cuenta con las aportaciones de la Coral Casablanca, As Lagharteiras, Lilaina o Sime (Keltoi!). «Todos cantan e interpretan mejor que yo», dijo C. Tangana al explicar que desde el primer momento tuvo claro que no sería él quien cantara.

Como también repitió en varias ocasiones que quiere que un día se llegue incluso a olvidar que él está detrás de este himno porque se sienta de todos. «Espero que dentro de muchos años esta canción pertenezca al club y nos olvidemos de quién la ha hecho y cuando porque es de todos y de siempre, como el Celta».

«Es mi forma de decirle a mi padre y al mundo que su tierra también es mía»

La tarde del preestreno del himno del centenario del Celta comenzó con el photocall y siguió con un acto en el que hubo tiempo para escuchar la composición, para ver el videoclip dos veces, para coloquios sobre la obra y para que C. Tangana hablara del proyecto y respondiera preguntas. Avisó muy pronto de que se iba a emocionar y lo hizo. En más de una ocasión.

Pero el momento más especial fue, seguramente, cuando subió al escenario su padre, con el que comparte nombre. La persona que emigró de Vigo y Madrid y que le inculcó el celtismo desde muy pequeño. «Este día tiene que ver mucho con mi familia y con mi sangre. Me alegro que le guste a mi padre; no todo lo que hago le gusta y poder darle algo que le gusta y disfruta es un orgullo», señaló.

Para él, este trabajo supone «rendir homenaje» a lo que su progenitor le ha dado: «A su tierra, a su idioma, a su ciudad. Todo eso es mío de alguna forma y es mi manera de decírselo a él y al mundo», manifestó.

«Nunca había hecho nada de este peso»

En varias ocasiones incidió en la importancia que tiene para él, llegando a mencionar que algún disco suyo puede llegar a millones de personas porque es «tendencia», pero marcando distancias con lo que esto significa. «Es el proyecto de más envergadura cultural, con más trascendencia cultural que he hecho. Nunca he hecho nada de este peso. Y luego, tiene significado en mis recuerdos, en mi nostalgia», señaló.

Dijo abiertamente que es madrileño, dejando claro que sabe que ese fue motivo de muchas críticas, pero también que está acostumbrado a ser aficionado de este club contracorriente. «Estudié en un colegio de Carabanchel. No fue nuevo que se dudara de mi celtismo, para mí ser del Celta», indicó antes de tener que parar por la emoción. «He tenido que gritar que era del Celta todo el rato, no era normal (a su alrededor). Ha sido un acto de militancia».

Además, explicó que con el himno quería «transmitir una forma de vivir el celtismo activa», no quedarse en la nostalgia por estar en la distancia, algo a lo que aludió su padre, también presente. «Como decía, para mí es un acto de militancia, pasará con más clubes, pero este es el mío. Ser del Celta está muy guapo, uno se siente muy orgulloso», añadió.

«Todos queremos que la gente que no es de este club nos mire y diga: ‘Es que ser del Celta es algo importante, algo relevante’», señaló. Y mostró su ilusión por la llegada de Rafa Benítez.