El VAR también es para el verano

GRADA DE RÍO

El Celta resistió ante el campeón luso durante 89 minutos, pero una jugada revisada por el videoarbitraje permitió a Di María inclinar la balanza

22 jul 2023 . Actualizado a las 21:17 h.

El VAR también llegó a los torneos de verano y una decisión suya en el minuto 89 tiró por tierra la resistencia de un Celta que, especialmente en la segunda mitad, se entregó al arte de defender ante el campeón portugués. La jugada clave tuvo como protagonista a Gael Alonso, que en su intento de despeje, impactó con un delantero del Benfica, un lance que el árbitro dejó pasar hasta que lo avisaron del videoarbitraje. Di María marcó el penalti y, un minuto después, Musa hizo sangre con el segundo.

Al margen del resultado, el Celta supo capear el temporal en defensa, aunque sufrió en su costado izquierdo y resistió el balón parado. Por el contrario, apenas generó ocasiones en ataque. Rafa Benítez solo hizo un cambio con respecto al once del primer amistoso con el Al Nassr, apostando por Larsen en la punta del ataque debido a que Gonçalo Paciência tenía unos pequeños problemas musculares. Una permuta que en absoluto alteró el 4-4-2.

La diferencia con respecto al partido del lunes es que el Celta llevó la iniciativa de inicio ante un campeón de Portugal que también combinó titulares y suplentes. Los vigueses presionaron alto, robaron en campo contrario y tuvieron el balón durante los 20 primeros minutos, pero solo tuvo una ocasión, en las botas de Larsen, que además tenía poco ángulo y el balón estaba para su pierna mala, la izquierda.

El Benfica, que apostó por el juego combinativo en todo momento, fue espabilando con el paso de los minutos y fue capaz de llegar con cierta comodidad al área del Celta, en concreto por el costado derecho de su ataque. Un par de centros envenenados y algún balón muerto en el área amenazaron con poner a prueba a Iván Villar, pero el portero de Aldán no tuvo que emplearse a fondo durante una primera mitad intensa, pero con pocas ocasiones.

Benítez ya no hizo el aluvión de cambios del primer partido en el descanso. Efectuó seis modificaciones, una de ellas, Jonathan Bamba, que debutó en el costado izquierdo mandando a Franco Cervi a la derecha. Los célticos arrancaron bien pero el Benfica, ya con Di María en el campo, empezó a cargar su ataque por el costado derecho y creó una doble oportunidad que desvió Iván Villar. La primera, un remate a bocajarro de Musa, la sacó con el pie y el rechace posterior lo desvió a córner con una buena estirada. El campeón luso también lo intentó a balón parado con una batería de córneres que el conjunto vigués fue desbaratando.

A continuación, los célticos fueron capaces de recuperar el balón, comenzaron a tocar y obligaron al Benfica a dar un paso atrás, pero el respiro no duró demasiado tiempo y el equipo luso volvió a la carga por el mismo costado. Di María ganó la línea de fondo y Rubén, recién entrado, desbarató una ocasión cerrando el primer palo.

El ejercicio de resistencia celeste en la recta final tuvo un momento complicado con un cabezazo al palo. Poco después, Miguel Baeza, desde fuera del área, dio la réplica, pero el trofeo tenía reservada una sorpresa para el último minuto. Gael Alonso, en su intentó de despeje, impactó con un rival y el VAR invitó al colegiado portugués a revisar la jugada. Pitó penalti, Di María tiró por el centro y batió a Rubén Blanco, que un minuto después encajó el segundo, obra de Musa, tras un fallo de Tapia en el centro del campo.