El sueco, fichado por apuntar a futbolista diferencial, comienza a explotar en una pretemporada en donde está sacando a pasear su catálogo de virtudes
23 jul 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Williot Swedberg es un jugador diferente. Porque cuando lo fichó el Celta vio en él cualidades de un futbolista a tener en cuenta y porque, por lo visto en los dos amistosos del Algarve, ha dado un vuelco a sus prestaciones del curso pasado. Como si fuera un Swedberg nuevo, más participativo, con más confianza y a otro nivel en el plano físico. Ahora, la decisión corresponde a Rafa Benítez: dejarle en la plantilla del curso del centenario para que tenga minutos o buscar una cesión que termine de redondear lo que parece un buen proyecto de futbolista.
Williot fue el primer fichaje de la era Luís Campos, que invitó al Celta a invertir cinco millones de euros por un joven de 18 años de la liga sueca. La apuesta no funcionó en el primer año, en el que el media punta apenas tuvo participación (52 minutos repartidos en cuatro partidos en liga). Residual toda la temporada, Eduardo Coudet incluso llegó a proponer a la cúpula celeste que el futbolista tuviera ficha con el Celta B, cuestión a la que no accedió la zona noble.
Pese a su falta de minutos, Swedberg tuvo novias en el mercado invernal, tanto para salir cedido como para ser vendido, pero en el cuerpo técnico celeste tenían el convencimiento de que había que mantener toda la confianza en él y seguir cocinándolo a fuego lento, que el sueco era la apuesta segura.
El arranque de su segundo verano en Vigo le está dando la razón. Aunque debe corroborarlo cuando llegue la liga y el fuego sea real, lo cierto es que, de inicio, el sueco parece un jugador distinto por completo. Benítez lo está colocando por detrás del delantero de referencia ofensivo, en el lugar de Iago Aspas, y en los dos segundos tiempos que le dio en el Algarve, Swedberg respondió.
Ante el Al Nassr, provocó la expulsión del central saudí con un desmarque de ruptura a la espalda de la defensa, participó en la elaboración del quinto gol y se asoció mucho en el juego de medio campo. Ante el Benfica tuvo menos protagonismo dado el desarrollo del partido, pero se ofreció en todo momento y cada vez que recibía el balón, transmitía la sensación de que podía pasar algo. Haciendo un guiño a que, quizás, el período de adaptación ya ha pasado.
Hay que tener en cuenta que el joven atacante salió de casa con 18 años y cambió una liga de segundo nivel como la sueca por otra del top-5 del fútbol europeo. El propio Campos habló de los períodos de adaptación en su única comparecencia como celeste y el tiempo parece haber provocado un cambio radical en el media punta. Por el momento, está siendo la sorpresa positiva del verano celeste.
Convencer a Benítez
Ahora, tiene dos semanas más para convencer a Benítez, que podría tener en el sueco a un futbolista que le diera un respiro a Aspas, aunque la diferencia entre los dos, a día de hoy, sea sideral. Iago es el máximo goleador del Celta casi perpetuo y Swedberg todavía tienen pendiente estrenarse como anotador en Primera. Todos sus goles de la pasada temporada fueron con la sub-19 sueca (4), de la que era su líder absoluto.
A nivel de clubes, su temporada más productiva fue la última en su país, con el Hammarby, con el que anotó siete goles en 29 contiendas. No obstante, más que un goleador, Williot Theo Swedberg (Estocolmo, 2004) puede ser un jugador de último pase y de juego asociativo. Por el momento, lo que parecía una salida segura ha pasado a convertirse en duda razonable. Quizás el tiempo comienza a darle la razón a los técnicos que apostaron por él.