
Los vigueses abren una temporada especial con Benítez acaparando el foco, con Gabri apurando sus horas celestes y con el reto de comenzar ganando en casa
13 ago 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Día de tiros largos en Balaídos. Arranca el Celta del centenario, Rafa Benítez vuelve a la liga española y Gabri Veiga puede despedirse del equipo de su vida hasta nuevo aviso. Todo, con las gradas a reventar pese a tratarse de un domingo de agosto y con la exigencia de romper con el mal fario de los inicios en casa —nueve años sin ganar en un estreno—, pero con el hándicap de tener a un equipo como Osasuna, de la corte europea, enfrente. Un espejo en el que mirarse, según el entrenador del cuadro vigués.
El Celta cumple 100 años el 23 de agosto y desde que el centenario fue cogiendo forma, en el club se cansaron de repetir que la celebración de la efeméride se centraría, esencialmente, en la temporada 23/24. Bajo ese manto de la celebración irrumpe el equipo de Rafa Benítez, un bloque que debe confirmar lo exhibido en pretemporada: intensidad, solidez defensiva y contragolpe con el 4-4-2 como dibujo de partida. Las sensaciones y los resultados del verano resultaron ilusionantes, pero de las balas de fogueo los celestes pasan hoy al fuego real.
La plantilla del centenario se presenta por el momento con cuatro caras nuevas (Jonathan Bamba, Manu Sánchez, Carlos Dotor y Carl Starfelt), pero todo el foco se lo lleva el entrenador. El Celta varió su apuesta de un modo radical, decantándose por un técnico de primer nivel, que aceptó el reto de liderar un proyecto en Vigo con la idea de evitar los sofocos clasificatorios de las últimas temporadas y de dotar de una continuidad al banquillo de la que ha carecido a lo largo de la última década salvo el trienio de Eduardo Berizzo.

Los alicientes del partido se completan con el probable último día de Gabri Veiga. El porriñés entrenó con normalidad, entró en la convocatoria y apunta al banquillo, pero su futuro está lejos de Vigo. El Nápoles apura las negociaciones para llevarse a la perla de A Madroa y el Celta también quiere resolver el asunto cuanto antes para disponer de tiempo para ir al mercado y completar la plantilla.
Pero ninguno de estos preámbulos da puntos y el Celta necesita comenzar una liga con buen pie. Desde su vuelta a Primera, en el año 2012, los vigueses solo ganaron en una ocasión en la ópera prima como locales, con el Toto, y desde entonces, han pasado casi nueve años.
Para conseguirlo, Benítez apostará con casi toda probabilidad por el mismo once que inició el partido de Wolfsburgo, con Fran Beltrán y Renato Tapia formando un pivote de corte defensivo y con Iago Aspas y Strand Larsen como pareja de ataque. Falta por ver a qué altura se plantarán los dos puntas del área rival.

Todo, con un equipo continental como rival, un Osasuna con el mismo entrenador -Jagoba Arrasate-, la misma base de jugadores y el mismo plan de juego que le convirtió en revelación la pasada temporada. Ilusión y dificultad a partes iguales.