El Osasuna impuso el oficio y la pegada ante un conjunto vigués gris
13 ago 2023 . Actualizado a las 19:54 h.Se supone que el del centenario es un año de gracia, pero la temporada comenzó para el Celta como siempre, torcida. Osasuna, que demostró estar un paso por delante, se llevó los puntos de Balaídos tirando de oficio, intensidad y acierto ante un conjunto vigués que confirmó en carne propia que el verano y la realidad no son sinónimos. Rubén García y Moi Gómez emborronaron el debut de Benítez y enfriaron la ilusión de una afición que dejó la playa para poblar Balaídos: 0-2.
El Celta comenzó con el viento en contra. La fuerza de la Oliveira dos cen anos que hizo temblar los cimientos del estadio municipal vigués en los prolegómenos no tuvo correspondencia en el campo. Osasuna es un equipo hecho, redondo, tan o más intenso que el conjunto vigués y con más pegada. Por eso, en el estreno liguero aviso primero con un remate de Budimir al palo y marcó después con un rechace, de otro palo, aprovechado por Rubén García, libre de marca en el área pequeña.
El tanto puso en duda el crecimiento defensivo del Celta durante el verano y sobre todo, provocó un bajón en un equipo que había logrado equilibrar el mejor inicio navarro con las arrancadas de Bamba y con el juego entre línea de un Iago Aspas cada vez más media punta. Con el 0-1 la mejor ocasión la firmó el intermitente Larsen, que robó, pegó un cambio de ritmo y se plantó ante Sergio Herrera para cruzar el balón un palmo más allá del palo largo. Para entonces el inefable González Fuentes, árbitro de la contienda, ya había comenzado a desesperar a la grada de Balaídos con sus decisiones.
Osasuna en absoluto se acantonó con la ventaja, aunque su portero perdió todo el tiempo del mundo, e incluso pudo hacer más daño en una falta lateral, con poco ángulo, pero muy cerca del área rival, que botó Rubén García y sacó Iván Villar de un modo prodigioso. Además, el sufrimiento en el balón parado volvió a aparecer y Catena estuvo cerca del gol por dos ocasiones en sendos remates de cabeza.
El Celta fue el claro dominador del segundo tiempo, pero no anduvo sobrado de ocasiones y menos de puntería. Los vigueses presionaron mucho más alto, tuvieron el balón casi en exclusiva y se pasaron la mayor parte del tiempo en campo contrario, pero pisaron muy poco el área rival. La ocasión más clara la tuvo Iago Aspas después de una contra por la izquierda con centro de Cervi desde la línea de fondo. El moañés recibió en el corazón del área, pero tardó tiempo en colocar el balón, le encimaron y el disparo salió mordido.
Con el paso de los minutos, Benítez buscó soluciones en la cantera metiendo en el campo a Miguel Rodríguez (que se estrenó con un disparo envenenado), Gabri Veiga (lo que provocó cánticos contra Mouriño en las gradas), pero quien dio la puñalada definitiva fue Osasuna con un eslalon de Rubén Peña en la derecha que acabó con remate al palo y rechace para que Moi Gómez hiciese el 0-2. La sentencia y el primer borrón de la temporada. Una vez más, el año comienza cuesta arriba.