«Gabri, sí; Mouriño, no», grito la grada cuando entró el acción el porriñés
14 ago 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Gabri Veiga saltó al campo en el minuto 72 del partido ante el Osasuna y los que pudieron ser sus últimos minutos como jugador del Celta se convirtieron en todo un plebiscito en donde la afición puso de manifiesto su descontento por la más que probable venta del canterano al Nápoles. «Gabri, sí; Mouriño, no» fue el grito que se pudo escuchar en una parte importante del estadio y que ya había asomado antes del inicio del partido cuando se presentó a los jugadores en los vídeo marcadores.
Gabri estaba en la convocatoria facilitada por Rafa Benítez el sábado y, finalmente, fue al banquillo. Con el partido cuesta arriba, el de O Porriño fue uno de los primeros en salir a calentar, aunque fue utilizado como segundo cambio por detrás de Miguel Rodríguez. Aacabaría entrando en el campo a falta de 18 minutos para la conclusión de la contienda, justo un minuto antes de que Osasuna marcase su segundo gol.
Benítez lo colocó como segundo punta, primero formando pareja con Iago Aspas y después, con Williot Swedberg, pero, una vez más, quedó claro que Gabri tiene que arrancar desde más atrás para poder sorprender, aunque esa decisión seguramente le corresponda a partir de ahora a Rudi García, el entrenador del Nápoles. En un mal día colectivo, el porriñés, que todavía está falta de ritmo por haber comenzado tarde la temporada, no tuvo demasiada influencia en el juego.
A la conclusión de la contienda el jugador estuvo en el césped de Balaídos haciéndose fotos con familiares (algo que hacen muchos jugadores a lo largo del curso), charló con la cúpula del club y, acto seguido, se prestó a firmar autógrafos al abandonar las instalaciones. Quién sabe si fue su último día como celeste. El acuerdo parece próximo y el Celta quiere celeridad lo que invita a pensar en una resolución rápida.