El técnico del Celta Fortuna, que viajó a Majadahonda con un solo central, dice que debe reflexionar tras llevar cuatro puntos cuando deberían tener los doce y alabó el «esfuerzo brutal» de sus jugadores
18 sep 2023 . Actualizado a las 09:46 h.El técnico del Celta Fortuna, Claudio Giráldez, pasó de «una crítica más general» a otra personalizada en sí mismo tras el empate del equipo ante el Rayo Majadahonda tras muchos minutos por delante en el marcador de un partido que parecían tener controlado. «Esta vez, el que tiene que reflexionar soy yo. Si me pasa por segunda vez, algo estoy haciendo mal. No es normal dominar, estar cerca de que pase lo que queremos y llevar cuatro puntos, lo normal sería llevar los doce», señaló. Mencionó que están cerca del descenso cuando podrían estar en play-off.
El porriñés considera que era «un partido para ganar plácidamente» en virtud de las múltiples ocasiones de las que dispusieron y de que apenas recibieron ocasiones por parte del rival en todo el partido. «Perdimos un punto en el 90 -en el anterior partido, frente al Cornellà- y en este perdemos dos, otra vez en el 90. Hay que reflexionar, porque estamos fallando y no estamos materializando en puntos lo que hacemos», dijo en sala de prensa.
En esta ocasión, además, quiso reconocer «el esfuerzo brutal» de sus jugadores, incidiendo en que solo tenían un central disponible en la convocatoria, Gael Alonso, y que este pidió el cambio al descanso porque ya venía tocado. Tuvieron que recurrir a laterales ejerciendo en el centro de la zaga y lo más parecido que tenían a un central, que era Iván López, dijo, también terminó tocado. Señaló que el técnico rival no era ajeno a este problema -«no son tontos»- y planteó la segunda parte para aprovechar esta debilidad.
Giráldez cree que acusaron la inexperiencia y los nervios en la recta final después de haber encajado en ese tramo en el partido anterior. «Estás más a flor de piel y hay que llevarlo más a nuestro terreno. Estuvimos demasiado pendiente de la gresca, de cosas que no me gustan. Tenemos que ser capaces de llevarlo a donde queremos, defender lejos de nuestra portería», ahondó. Hizo referencia a que les costó el juego directo y que fueron mejores en las disputas de balón.
El técnico dijo haber viso «más agresividad y compromiso en las vueltas» por parte de su equipo, señalando que el gol del empate no tiene «nada que ver con lo actitudinal ni con dejarte ir». «No estamos acertados en el último tercio de campo. Cuando el campo está seco es más difícil ser precisos», apuntó. Pidió una reflexión sobre el riego de los campos: «Estaba perfecto, pero si no se riega, es una pena». Aunque incidiendo en la autocrítica sin querer que sonara a excusa: «Soy el responsable de no habernos llevado la victoria hoy. Hay que reflexionar», insistió.
Giráldez está «contento con los cuatro partidos» a excepción, matizó, de los últimos veinte minutos frente al Cornellà y otros momentos puntuales. «Es difícil ser continuos en este momento de la temporada. Es un mensaje para todos, para mí, también. La realidad es que estamos un puesto por encima del descenso con cuatro puntos de doce, que son pocos. Tenemos que ser conscientes de la dificultad de estar en esta categoría», pidió. Recordó que solo ganaron al Tarazona en cuatro partidos y, como la semana anterior, lamentó que «lanzar las expectativas antes de tiempo es un error» que cree que se ha cometido «muchas veces».
Pese al penalti fallado y a que ya les ocurrió en pretemporada -«tenemos que practicarlos más»-, el preparador del Celta Fortuna dice que tiene «delanteros y jugadores de sobra para hacer gol y finalizar mejor las jugadas», asumiendo que «va por rachas». Está «contento con el torrente de ocasiones en todos los partidos» y asegura que le «preocupa más la solidez, ser fuertes en el juego directo», donde percibe que les han hecho daño sus cuatro rivales hasta ahora. En todo caso, se mostró convencido de que «los goles acabarán llegando, hay calidad de sobra». No cree que acusen ahí en exceso la falta de Iker Losada o Lautaro de León, porque respondió a ello que ninguno llegó a dobles dígitos y que tampoco es cuestión de comparar.