La situación del redondelano guarda paralelismos con la de hace tres años, cuando también estuvo a caballo entre primer equipo y filial del Celta sin apenas minutos
18 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Por estas fechas, en la temporada 2020/2021, el canterano del Celta Miguel Rodríguez (Redondela, 2003) sumaba 40 minutos, 25 con el primer equipo y 15 con el filial. Todavía era juvenil, pero, tras haber hecho la pretemporada a las órdenes de Óscar García Junyent, este le había dado la alternativa y le tenía en su dinámica. Así, con ficha de una categoría y entrenando con otra, apenas tenía minutos. Aquel escenario guarda semejanzas con el actual, ahora con 65 minutos en liga, todos en Primera.
Miguel es un jugador del que, pese a su juventud, se lleva hablando mucho tiempo. Sus más de cien goles en una temporada siendo infantil eran una buena carta de presentación, pero son muchos los que destacan en categorías inferiores y se quedan por el camino. Él siguió marcando y quemando etapas a una gran velocidad, hasta el punto de comenzar a jugar con cierta asiduidad en División de Honor Juvenil cuando aún era cadete. Del mismo modo, el debut en la máxima categoría le llegó con 17 años.
Pero aquel curso fue complejo para él. Todavía era juvenil, pero no tocó el conjunto de División de Honor, entonces dirigido por Jorge Cuesta, y el cambio de entrenador, con la llegada de Eduardo Coudet, le cerró prácticamente las puertas del primer equipo. De hecho, el Chacho únicamente le dio tres minutos en su partido debut, frente al Sevilla en el Pizjuán el 21 de noviembre del 2020. A partir de ahí, se mantuvo un tiempo en las convocatorias hasta acabar desapareciendo del todo.
De forma paulatina, se le fue abriendo de nuevo la opción del filial, con el que debutó posteriormente a hacerlo en Primera. Pero Onésimo Sánchez, entonces técnico del segundo equipo celeste, no acabó de verlo como titular aquel año y, de hecho, solo fue de la partida en dos duelos, en uno de los cuales hizo su estreno goleador contra el Guijuelo —su único gol del curso—. «Está dando los pasos que debe dar; hay gente que quiere adelantar los procesos y es un error», decía el técnico sobre el redondelano.
La temporada siguiente, en la que sí fue un jugador importante en el Celta B (32 partidos, 1.892 minutos y máximo goleador con once tantos), estuvo completamente al margen del primer equipo: ni hizo la pretemporada ni solía subir a entrenar. En la pasada, sí sumó 251 minutos en siete partidos en Primera y estuvo en el banquillo en otras 13 ocasiones, pero jugando 27 encuentros (1.821 minutos) con el equipo de Claudio Giráldez, con el que hizo ocho goles. Paralelamente, llegó el primero en la élite, frente al Sevilla el 7 de abril.
Ahora, Rodríguez Vidal vuelve a estar en un momento incierto. Con ficha del filial, no ha bajado en ninguna ocasión con el segundo equipo, ni siquiera en casos de parones como el actual. Así, lleva pleno de convocatorias con Rafa Benítez, los trece partidos, de los cuales se ha quedado sin intervenir en seis encuentros, incluidos los tres más recientes, de modo consecutivo. Su mayor participación en un mismo duelo está en los 27 minutos de la primera jornada, ante el Osasuna. A partir de ahí, un máximo de 11, los que tuvo ante el Getafe. Sí hay que sumarle los 72 en Copa frente al Turégano.
Mismos partidos, menos minutos
Miguel ya ha igualado este año la cifra de partidos con el primer equipo de la temporada pasada, con la diferencia de que de los siete que sumó en total el curso pasado, tres fueron como titular. Ninguna participación entonces fue inferior a 13 minutos y ahora solo una supera los 11. Así, la media por partido jugado era de 35,85 minutos, mientras que por el momento está en solo 9, 2.