Carlos Dotor: «Venía preparado, sabía que esto es la realidad del fútbol y lo voy asimilando»

X. R. C. VIGO

GRADA DE RÍO

Xoán Carlos Gil

El centrocampista del Celta, que ganó 5 kilos de masa muscular, se ve mejor cada día

19 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Carlos Dotor González (Madrid, 2001) dio el salto al Celta asumiendo que sería un año duro y difícil en lo personal, pero, de repente, se ha encontrado que el principal hándicap es el colectivo. El centrocampista no tiene dudas de que el equipo dará la vuelta a la situación e indica que la plantilla está a muerte con Benítez. En lo personal, piensa que está creciendo día a día después de ganar cinco kilos de masa muscular. Venía preparado para todos los escenarios.

—¿Qué balance hace de sus primeros meses en Vigo?

—Bien, creo que voy de menos a más. Me queda bastante margen de mejora, tengo mucho que aprender para llegar a mi máximo nivel, pero cada vez me siento mejor, el míster está contento conmigo y cuenta conmigo, pero aquí lo importante es que cambie la dinámica del equipo.

—¿Cómo ha llevado el proceso de adaptación?

—De Primera Federación a Primera División hay un salto muy grande, lo notas mucho. Al principio, cuesta seguir el ritmo del balón, adaptarse a los nuevos compañeros, acostumbrarte a cosas distintas, pero todo el mundo me ha ayudado, la ciudad acompaña y creo que voy creciendo y cada vez me encuentro mejor.

—Cuando comenzó la liga y vio que no jugaba mucho, ¿tuvo dudas de haber elegido la opción correcta?

—Cuando no juegas, te pasan muchas cosas por la cabeza, porque tienes mucho tiempo libre. Te comes la cabeza, pero en esos momentos, te apoyas en tu familia. Yo venía preparado para no jugar, sabía que eso podía pasar y mi entorno se encargó de recordármelo. Yo lo que tenía era que trabajar sin darle importancia a la falta de minutos.

—Ya ha sido titular fuera, pero le falta Balaídos.

—Son decisiones que toma el entrenador. Cuando cedida que salga de inicio en casa, ahí estaré.

—¿Benítez le pidió que ganara musculatura cuando llegó?

—He cogido unos kilos, cinco, estoy en el proceso. Creo que cada vez voy creciendo más, física y mentalmente, me veo mejor cada día. La verdad es que se nota en el campo, porque, además, el año pasado había tenido una lesión de pubalgia, perdí kilos y me faltaba fuerza.

—¿Qué trabajo de gimnasio hace?

—Estoy trabajando con el readaptador, con Pedro (Docampo). Está muy pendiente de mí. Por las tardes, trabajo el tren superior y seguro que consigo todos los objetivos. También cuento con el apoyo del nutricionista.

—Supongo que a nivel personal es un año importante para usted.

—Es importante, porque es un salto grande. La lectura que hago es aprender todos los días, tengo que crecer, madurar y, sobre todo, lo que quiero es ayudar al equipo, tanto si juego como si estoy fuera del campo.

—Le falta estrenarse en su faceta goleadora.

—En el Castilla me daban mucha libertad y aquí tengo que estar más pendiente de mantener la estructura del equipo, aunque en alguna ocasión, si lo veo claro, intento llegar al área. Ahora mismo no estoy a ese nivel, tengo que trabajar día a día desde la base y ganarme la confianza del club y del entrenador.

—Se habla del fichaje de un mediocentro con músculo, ¿lo ve necesario?

—Todo el que venga para sumar es positivo. Si traen a un mediocentro que sume y nos ayude, bien. Lo acogeremos de la misma manera que me acogieron a mí.

—¿Cómo se pasa de un equipo que lo gana todo a otro que casi nunca gana?

—Es duro, estás acostumbrado a otra cosa, que en algún momento puede ser hasta irreal. Venía preparado, sabía que esto es el fútbol profesional y que esta es la realidad del fútbol. Cada vez lo voy asimilando mejor.

«Cuando comencé, me lo pasaba bien, pero el sueño de ser futbolista no estaba en mi cabeza»

Carlos Dotor comenzó a los seis años en el Rayo Majadahonda y siendo cadete, se fue al Real Madrid. Admite que disfrutaba más de niño que ahora y que nunca se le pasó por la cabeza ser profesional.

—¿Cómo fueron sus inicios en el Rayo Majadahonda?

—Fue una experiencia muy bonita. Era el equipo de mi pueblo, estuve en el Rayo desde los seis a los 14 años. El campo estaba al lado de mi casa, iba a entrenar con mis amigos y disfrutaba más que ahora.

—¿El fútbol fue su deporte desde el primer día?

—Me gustaba, siempre estaba en mi jardín dándole patadas al balón. Comencé en el colegio, después pasé al Rayo y me lo pasaba bien, pero el sueño de ser futbolista no estaba en mi cabeza.

—¿Cúando comienza a pensar que puede ser posible?

—En el segundo año del Castilla, en Primera RFEF. Destacaba, no tenía lesiones y tiraba para adelante. Fue cuando empecé a pensar que podía vivir de esto.

—¿En qué año llama el Real Madrid a su puerta?

—Cuando estaba en el cadete B. El Madrid había venido años atrás a buscarme, pero mi padre no me dejó salir por los estudios, era bastante desastre y me quedé. Pero a partir de ahí, fui estudiando a regañadientes y, finalmente, en el club convencieron a mi padre para dejarme ir.

—¿Qué es el fútbol para usted?

—Una diversión, lo que me gustaba desde pequeño.

—¿Tenía algún jugador de referencia?

—Me gustaban Isco y Ozil.

—¿Era madridista?

—Sobre todo, de pequeño. Mi familia era muy del Madrid, pero con los años, esa pasión y ese fanatismo lo vas perdiendo y te centras más en lo profesional, en tu equipo. Yo en los últimos años era fan del Castilla más que del Madrid.

—¿Los filiales son una burbuja?

—Es verdad. Cuando sales del Madrid, parece que vas a otro mundo. En un filial, todo es gente joven y estás mas protegido, pero en el Celta me he encontrado unas grandes instalaciones, profesionales geniales.

—¿Qué conocía del Celta?

—Poco, pero era un equipo que veía mucho. Veía por la tele a Aspas, Nolito, Orellana... Eran jugones. Era un equipo que siempre seguía por la tele.

—Dicen que fuera del fútbol es un gran cocinero.

—Me gusta mucho e hice cursos, pero ahora me la hace el club. Yo cocino en los días libres.

«Estamos todos con Benítez y estamos convencidos de que vamos a salir»

En el vestuario del Celta no hay ninguna duda pese a la situación: el equipo va a salir de la zona de descenso y todos está a muerte con Rafa Benítez.

—En lo deportivo, el reto debe ser salvarse tras la mala salida.

—Lo único que tenemos que hacer es pensar en el próximo partido y en coger una buena racha. Estoy seguro que cuando lo consigamos entraremos en otra dinámica y estaremos en otra posición en la tabla. Queda mucho y hay que centrarse.

—¿Qué le pasa al equipo para que siempre salga cruz en los finales apretados?

—Estamos en una mala dinámica y eso afecta al equipo. Igual eso hace que nos podamos poner un poco más nerviosos, luego también están algunas decisiones arbitrales en contra. Nos estamos llevando golpes, pero estamos trabajando bien y en algún momento tiene que cambiar la racha. Vamos a tirar para arriba.

—¿Lo de los finales puede ser un tema mental?

—Puede ser, pero no le veo una explicación clara, pero físicamente creo que estamos muy bien. En el Castilla ya nos pasaba mucho. Cuando estás en una dinámica así es difícil de gestionar el final, pero igual debemos ser más intensos en esos minutos.

—En Bilbao se le vio especialmente afectado.

—Son palos muy duros y muy seguidos. Si fuera uno, no sería igual, pero así, es difícil de digerir. Solo nos queda insistir.

—¿Qué piensa de Benítez y cómo lo ve en estos momentos duros?

—Benítez es un buen entrenador, cercano y muy normal. En el vestuario estamos todos con él, el equipo está con él, convencido de que vamos a salir de ahí. Estamos jugando bien, pero hay algunos tramos que nos condenan.

—¿Cómo ve el partido frente al Valencia?

—Debemos afrontarlo con tranquilidad y seguir como lo estamos haciendo hasta ahora. No es una situación buena, pero podemos darle la vuelta.