«No es la hija de Mouriño, es Marián», dijo el presidente saliente, convencido de la capacidad de su sucesora
13 dic 2023 . Actualizado a las 01:55 h.Carlos Mouriño defendió la capacidad de Marián para liderar el nuevo proyecto: «Nunca voy a decir ‘mi hija’. Es la presidenta del Celta y por sí misma tiene la capacidad para estar donde está. No es la hija de Mouriño, ella podría pasar la selección más exclusiva de cualquier agencia de colocación importante».
La defensa a su hija fue el punto y final a un último discurso en el que comenzó indicando que «es un mal día y un gran día, voy a recordar el día de la despedida con un orgullo especial por la gente que tuve a mi cargo. Esto lo conseguimos con todos los empleados, toda la gente».
En su análisis de estos doce años, el ya expresidente habló de años complicados y que fue un orgullo dirigir a todos los trabajadores del club «porque todo lo que hemos conseguido lo hemos conseguido entre todos», recordando que después de cada mal resultado una mirada era suficiente. «No necesitábamos las palabras. Nos mirábamos y nos caían las lágrimas», recordó. Se atribuyó como único mérito «reunir a este grupo del que me siento orgulloso y tremendamente satisfecho».
Carlos Mouriño tuvo palabras de agradecimiento a la afición y recordó el famoso «Mouriño, vete ya», algo que el también habría hecho si estuviera en su lugar como reconoció en varias ocasiones. Dijo que la crítica es positiva para reaccionar y que del mismo modo sintió muchas veces el aliento y la comprensión de los aficionados. «El 'Mouriño, vete ya' lo recordaré siempre, pero con una sonrisa. La crítica nos tiene que hacer mejores, nos tiene que ayuda a superarnos, a seguir trabajando día a día como si fuera el primero», comentó. También tuvo palabras para su familia.