El máximo goleador de la Copa con seis dianas, que será titular por primera vez en Balaídos, el abanderado del Celta para dar la sorpresa ante la Real Sociedad
23 ene 2024 . Actualizado a las 16:19 h.La Real Sociedad esbozó una sonrisa cuando supo que se cruzaría con el Celta en la eliminatoria de cuartos de final, recogía la prensa donostiarra el día después del sorteo. Esa expresión seguramente aumentó de tamaño el sábado por la noche, después de comprobar la superioridad que el equipo de Imanol Alguacil había exhibido sobre el césped de Balaídos en el partido de liga, reafirmando su favoritismo para acceder a las semifinales de la Copa del Rey.
Pero el fútbol es uno de los contados deportes en donde la sorpresa es posible, por eso el Celta está convencido de que con apoyo de su público tiene algo que decir en la eliminatoria. Para nivelar la desigual balanza, la tropa de Rafa Benítez se encomienda al ambiente y a la ilusión de Balaídos en primer lugar, pero también al factor Tasos Douvikas, el máximo goleador de la presente edición de la Copa del Rey con seis dianas, una cada 63 minutos de juego. Además, está a un solo gol de igualar el récord de tantos en el torneo desde el cambio de formato, registro que tiene el exrealista Isak, con siete. En el histórico de la Copa, el azulgrana Eulogio Martínez marcó 16 goles en seis citas en 1957. Pahíño, con la camiseta del Celta, llegó a nueve en 1948.
El griego lleva marcando a pares tres partidos a domicilio y esta noche quiere prolongar la serie con el primer partido de Copa en Balaídos en cinco años. Curiosamente, será su primera titularidad en casa. Tasos es la principal esperanza ante el poderío del conjunto donostiarra. «Mañana (por hoy) es más que un partido, es nuestra batalla. Juntos, con fuerza y corazón, escribiremos nuestra historia. Vamos a por la victoria», comentó en su cuenta de Instagram.
Douvikas llega fresco al gran partido. Disputó los 90 minutos el pasado miércoles en Mestalla, pero el sábado, en liga, apenas actuó la media hora final. Sin excesivo protagonismo en un partido que ya estaba cuesta arriba y en donde el Celta apenas tuvo llegada, algo que debe mejorar esta noche para abastecer de balones al francotirador nacido en Atenas y que llegó al fútbol español el pasado verano tras ser pichichi de la Eredivisie con el Utrecht, con 19 goles.
«No ha venido aquí para jugar muy bien este año desde ya, sino que ha venido aquí para ir sumando durante todo el tiempo que esté en el Celta. Ojalá siga a ese nivel, meta muchos goles en la Copa y, si puede, en la liga también», comentó Benítez la semana pasada.
El griego tendrá como compañero de fatigas a Williot Swedberg, otro de los que se han reivindicado en la Copa del Rey. El sueco ha dado un paso adelante, se deja el alma en cada balón y desempeña el papel de escudero a la perfección. Aunque a diferencia del griego, su especialidad son los goles decisivos en liga. Esta noche, los dos se erigen en las grandes esperanzas para soñar con la vuelta a semifinales siete años después.