El césped de Balaídos, convertido en un patatal, queda tocado después de un día con dos partidos en cinco horas
GRADA DE RÍO
El tercer cambio del estadio del Celta resultó el más nefasto de todos
29 ene 2024 . Actualizado a las 20:24 h.El césped de Balaídos presentó ayer un lamentable estado y una semana después de cambiarlo tercera vez .Este último cambio resultó el más nefasto de todos, ya que el nuevo no mejoró los problemas de sus dos antecesores y en cuatro partidos se convirtió en una auténtico patatal. De hecho, ayer, antes del primer encuentro, el del primer equipo ante el Girona, los operarios esparcieron hierba cortada para que no se vieran tantas calvas. El balón botó con dificultad y los controles se hicieron complicados, aunque los dos equipos pudieron desplegar su juego. Ahora debe llegar la solución definitiva que aguante hasta final de temporada.
Benítez comentó antes del partido que el club estaba buscando soluciones, pero los continuos cambios no acaban de dar el fruto apetecido. Incluso, el nuevo empeora al anterior, como se puede apreciar en estos momentos. El único consuelo, y esperanza es que el primer equipo no jugará en Balaídos hasta dentro de tres semanas y ese descanso le puede dar un pequeño respiro, siempre que la climatología ayude.
Todo comenzó a finales de junio con un concierto en Balaídos que dejó afectada la base del terreno de juego y desde entonces todos los parches han resultado insuficientes del todo. El tercer cambio parecía el definitivo para que el recinto aguantase hasta final de temporada, pero ahora queda la duda después de una semana tan dura con cuatro partidos, dos de ellos, en el margen de cinco horas.
De hecho, el aspecto del césped de Balaídos eran el mismo entre las cuatro de la tarde, cuando finalizó el partido de Primera División, y las nueve de la noche cuando comenzó la cita del filial. Un campo no acorde con los tiempos.
