El canterano se asienta en el once del Celta C Gran Peña, del que acaba de pasar a tener ficha, tras superar cuatro lesiones en la misma rodilla
10 ene 2024 . Actualizado a las 08:06 h.Óscar Gil Vázquez (Moaña, 2001) contribuyó con un gol al triunfo del Celta C Gran Peña frente al Arousa del pasado domingo. Un premio añadido para un jugador que está volviendo a asentarse en el once inicial, dejando atrás un calvario de lesiones. Su rodilla izquierda «está perfecta» y es tiempo de volver a disfrutar jugando al fútbol después de dos roturas de cruzado y dos dolencias a mayores de menisco, todas en la misma articulación. La primera, siendo cadete, y la más reciente, ya como sénior. Todo un reto que ha superado con nota y a base de no rendirse.
El canterano, que llegó al Celta con doce años y solo estuvo uno fuera desde entonces, reconoce que ha vivido «procesos muy duros», con las intervenciones quirúrgicas correspondientes y mucho tiempo alejado del verde. «Hubo momentos malos, pero siempre intenté llevarlo de la mejor manera, apoyándome en mi familia y mi entorno cercano, que me ayudaron a seguir», comenta. También agradece la confianza de la entidad en este tiempo. «El club siempre me apoyó y me ayudó en lo que pudo y ahora intento devolvérselo a base de juego», recalca.
Asegura no tener miedo a que la rodilla vuelva a fallar y mira hacia el futuro. «Una vez que entro en el campo, lo que pasó se me olvida. Me centro en el juego, en mejorar y en rendir como lo estoy haciendo hasta ahora», comenta después de ocho titularidades seguidas. Prefiere enfocarse en eso queechar la vista atrás. «Lo importante es que ahora está todo bien, estoy contento y rindiendo», destaca. Esta misma temporada ha dejado atrás «una pequeña roturilla» que atribuye a la falta de minutos de los últimos años.
Este invierno, además, ha pasado a tener ficha del Celta C Gran Peña y no del Gran Peña B, como hasta ahora. Eso significa que tiene la opción de subir al Celta Fortuna si el cuerpo técnico así lo considera. «Con ese cambio, si hace falta en cualquier momento y Claudio (Giráldez) me necesita, puedo tener esa oportunidad que nates no tenía», explica. Coincidió con el porriñés tres temporadas en la base y estuvo «muy contento» con él. El filial es algo que tiene en mente: «La idea está. Hace dos años, antes de lesionarme, conseguí llegar ahí -fue convocado- y estoy trabajando día a día para rendir y si me dan esa oportunidad, el objetivo será ver a dónde llegamos».
En su día, también entrenó con el primer equipo a las órdenes de Eduardo Coudet, algo que le marcó. «Es un sueño. De repente recibes una llamada y te dicen que vas con el primer equipo del club de tu vida, estás con jugadores de primer nivel que se enfrentan a los mejores del mundo. La felicidad es incomparable», expresa. Además, siente «como propia» la alegría del éxito de compañeros con los que jugó, caso de Iker Losada - «llegamos juntos a la cantera del Celta»- o Carlos Domínguez. Con Raúl Blanco, capitán del Fortuna y de su misma generación, coincidió ya en la Moañesa.
Para Óscar Gil, al que últimamente hemos visto en varios entrenamientos del primer equipo, es su primera convocatoria con Onésimo. Regresan a la lista Lautaro y Ferrares -que no había estado la semana pasada tras regresar previamente tras lesión-. https://t.co/b2hw6SznZE pic.twitter.com/UIHzE7N4OV
— Grada de Río (@gradaderio) February 26, 2022
El Celta C Gran Peña
El segundo filial celeste es colíder a dos puntos del Bergantiños, al que visitan este fin de semana. Llevan trece partidos sin perder y solo han sufrido una derrota en lo que va de temporada. «La clave es el trabajo en el día a día. Estamos dejando todo en los entrenamientos, cada uno da lo que tiene, tanto los lesionados, como los titulares y los que entran desde el banquillo», subraya.
Gil señala que no se habla del ascenso porque no quieren meterse «una presión encima»que, de momento, no tienen. «El objetivo es otro: crecer como jugadores y como equipo, pero está claro que si con el trabajo que estamos haciendo somos capaces de meternos ahí arriba, por qué no», plantea. Su técnico, Fredi Álvarez, se preocupa de que no cunda la euforia por la buena racha. «Ponerte un objetivo tan complicado puede provocar ansiedad. Estamos trabajando bien y lo que hay que hacer es seguir así para no meternos en problemas».
La victoria ante el Arousa, contra el que habían empatado en la ida en inferioridad numérica, les da «alas para jugar contra el primero y disputarle la primera plaza», aunque sabiendo la dificultad de visitarles en su campo. «Vamos con ese extra al partido. Es un muy buen equipo, con muy buenos jugadores, pero en la ida ya demostramos que podemos pelearles y ganarles y vamos a trabajar esta semana como todo el año», dice. La única derrota de los coruñeses fue frente a ellos en la ida.
Desde el día 1
Finalizada la etapa juvenil, Gil se incorporó al Choco, donde vivió un curso de aprendizaje que recuerda con cariño. «Fue mi primer año en Tercera, me adapté rápido y di un buen nivel, lo que ayudó a que el Celta quisiera venir a buscarme de vuelta», relata. Así, fue de las primeras personas a las que llamaron para formar parte del Celta C Gran Peña, proyecto que ha vivido desde dentro y desde el primer momento. «La etapa en el Celta se había cerrado, pero era donde más tiempo y más cómodo había estado y siempre tienes ganas de volver. Me dieron mucha confianza y no lo dudé», explica.
Considera que tener un segundo filial es «lo ideal para el Celta, algo totalmente necesario» teniendo en cuenta el salto entre juvenil y filial. «Es un proyecto importante. Se está viendo que muchos jugadores están subiendo al B tras pasar por el C, que durante estas tres temporadas mejoró muchísimo», valora. Su situación actual, en la segunda plaza, es la mejor muestra.
Nieto del cantante Xil Ríos, gran apoyo para él
El parecido físico les delata: Óscar Gil es nieto del cantante y aficionado del Celta Xil Ríos. «Es fanático del fútbol y de las personas que más me han apoyado siempre» , cuenta. A él nunca le ha tirado la música, pero sí conoce la obra de su abuelo. «Le escuché cantar mil veces en casa y hasta fui con él a algún programa de televisión», revela tan orgulloso como Xil Ríos lo está del céltico.