Luis Bonilla: «Queremos aprovechar el gran el trabajo de Fredi y ser ambiciosos»

Luis Bonilla (Motril, Granada, 1977) estaba de día libre cuando recibió por sorpresa la noticia de que habían pensado en él para hacerse cargo del Celta C Gran Peña, segundo filial celeste que es actualmente segundo clasificado en Tercera Federación. Hasta ahora en el Juvenil B, ya fue segundo de Srdjan Bajcetic en este mismo conjunto el curso anterior y ahora, con la llegada al primer equipo de Claudio Giráldez y de Fredi Álvarez al Fortuna, se ve implicado en la cadena de promociones. Lo afronta con ilusión y responsabilidad.

—¿Cómo le proponen tomar las riendas del Celta C Gran Peña?

—El martes por la tarde, estaba yendo a la playa para hacer surf con mi hijo y Edu Covelo y Álex Otero me dicen que quieren hablar conmigo. Hicimos una videoconferencia y me comentaron el interés que tenía el Celta en este cambio de equipo. Soy hombre de club y también me pareció una buena solución para ayudar. A la vez, lo recibí con pena, porque los chicos del Juvenil B han hecho un trabajo increíble, están en un momento bueno y cuando compartes un proceso tan bonito, cuesta dejarlo. Pero se abre otro camino, otra oportunidad.

—¿Se le había llegado a pasar por la cabeza que pudiera darse esta cadena si se destituía a Rafa Benítez y que le llegara a afectar?

—Suelo desconectar bastante en el día de descanso y me pilló todo de sopetón cuando me llamaron. Para nada era algo en lo que hubiera pensado. Pero lo afronto con ilusión, con muchas ganas de intentar seguir sacando lo mejor de estos chicos y, a nivel personal, seguro que me hará crecer como entrenador.

—Debuta como primer entrenador en esta categoría.

—Sí. Entrené al Noia y ascendimos, pero luego, yo fiché por el Deportivo y, después, estuve en Tercera, pero como segundo.

—Y con Srdjan Bajcetic en este mismo equipo que ahora coge. ¿Lo ve como una ventaja?

—Sí, porque conozco a la mitad del grupo y eso me da cierta tranquilidad. También conozco la categoría del año pasado y es bueno que no sea algo novedoso, sino que ya haya trabajado ahí.

—El listón del equipo está muy alto. ¿Cómo valora la temporada que viene haciendo el Celta C Gran Peña?

—Me parece impresionante. Han tenido muchos condicionantes por jugadores que se han ido incorporando al Celta Fortuna y han seguido teniendo resultados. Están en la parte alta de la tabla a falta de diez jornadas e intentaremos aprovechar el gran trabajo de Fredi (Álvarez) y de Luismi (Areda, su segundo) y no estropear esa dinámica.

—¿Hay una presión añadida al coger a un equipo que lo viene haciendo tan bien?

—Sí, pero cuando se presentan estas circunstancias, puedes verlo como un problema o como una oportunidad. Vamos a tomarlo como una oportunidad, ser positivos, intentar seguir con la dinámica y aportar desde mi punto de vista cualquier aspecto de mejora para el grupo.

—El líder, el Bergantiños, está a cinco puntos. ¿Lo ve ya como inalcanzable?

—Lo que me ha enseñado el fútbol en estos 25 años que llevo entrenando es que es imprevisible. Hay que estar preparados para cualquier cosa, dar el máximo que tengamos, y si surge la ocasión, estar preparados para aprovecharla.

—A día de hoy, ¿el objetivo es luchar el ascenso en el play-off?

—Me gusta ser ambicioso y, mientras haya posibilidades, optar a la primera plaza para subir directos. Si no, lo pelearemos en el play-off hasta el final para intentar ascender.

—Tiene la ventaja de que en Tercera no hay liga este fin de semana.

—Sí. Cuando uno entra a un equipo nuevo, siempre está la urgencia por conocer y prepararse para le siguiente partido. Como entrenador, uno agradece que el calendario te dé algo más de margen.

—La comunicación con Fredi Álvarez será importante. ¿Cómo era el trato hasta ahora?

—Coincidíamos todos los días, tenemos muy buena relación y la comunicación va a seguir siendo diaria porque compartimos jugadores y, en función de los que vayan con el primer equipo, demandará uno u otro.

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LA VOZ

—El equipo ha sido ejemplo de sobreponerse a lesiones y jugadores que suben.

—Ha sido la tónica de este año y es una dificultad importante para un entrenador. Supone entrenar con poca gente y merma la dinámica y calidad del entrenamiento, pero hay que sobreponerse y sacar el máximo rendimiento a lo que uno tiene como han hecho hasta ahora. En este momento, tenemos seis lesionados.

—¿Cabe la posibilidad de que bajen jugadores como Lucas Antañón -está a un partido del límite- o Pablo Meixús?

—Los chicos que están arriba habitualmente, que están teniendo minutos y lo están haciendo bien creo quedeben seguir formándose en el Celta Fortuna. Ya han dado el paso y están contando, así que será difícil que vuelvan. Están en esa dinámica y aportando, así que no sería bueno para su desarrollo volver a bajar.

—¿Cómo ha sido su relación con Giráldez y cómo lo ve ante este nuevo reto?

—Hemos coincidido poco, porque ellos se fueron a Afouteza. Pero sigo habitualmente sus partidos y me parece un entrenador top que va a salvar al equipo, nos va a devolver la ilusión y que se adapta todas circunstancias que le van surgiendo, algo que no es nada fácil.

—¿Cómo fue en su día su llegada al Celta?

—Había estado dos años en el primer equipo del Udinese, pero me volví por mi situación familiar, ya que me fui con dos chicos que eran niños y vine con adolescentes que ya no querían moverse (fuera de España). Yo, sin la familia, no voy, así que quería algo para poder vivir aquí. Me llamó Edu Covelo, porque estaban buscando a alguien para ser segundo de Bajcetic, y no me lo pensé, por el club que era y el interés que habían puesto.

—¿Cómo fue decir sí al Celta después de haber estado en el Deportivo?

—Yo no soy de aquí, soy granadino, pero sé de la rivalidad entre los dos clubes. Yo allí estuve muy a gusto, me trataron muy bien y aquí, todavía mejor. Solo tengo palabras de gratitud para los dos grandes equipos de Galicia.

—Ahora que conoce el club desde dentro, ¿cómo explicaría la filosofía de cantera del Celta?

—Creo que el secreto está en las personas, que son las que hacen los proyectos. Y creo que aquí hay talento y calidad humana, algo difícil de encontrar. Y hay estabilidad, mucha gente que lleva tiempo trabajando con unos mismos valores y un mismo proyecto. Todo eso hace que se vayan recogiendo frutos que en otros sitios no se recogen.

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