Fin al viaje del Gran Peña 2023/2024, de desconocidos a familia

LA VOZ VIGO

GRADA DE RÍO

CEDIDA

Los jugadores se despiden con emoción tras un curso tan complicado como enriquecedor en el que se han convertido en una «gran piña»

25 jun 2024 . Actualizado a las 10:17 h.

Un vistazo a los mensajes que desde el mismo día que terminó la temporada han ido compartiendo los hasta ahora jugadores del Celta C Gran Peña deja claro los especiales vínculos que se han creado entre ellos a lo largo de los últimos meses. Se consideran familia, amigos para siempre que han vivido momentos únicos. «Xullo na Madroa. Descoñecidos entrando pola porta e aínda non sei que rematarán sendo amizades para toda a vida», comienza el canterano Roi Tato, que vivía su primer año sénior, procedente del Celta Juvenil A.

No olvida el que fue capitán del equipo de División de Honor que ha habido momentos duros: «As cousas van ben. Sorrisos e ledicia, moita ledicia. E chega un golpe, outro, outro, e outros moitos máis. Sobrepoñerse. Resiliencia. Unión. Familia». En un texto muy emotivo que se llenó de muestras de cariño de sus compañeros, añade: «Éme imposible expresar o feliz que fun convosco. Foi un verdadeiro privilexio. Paseino como un neno pequeno. Sempre Gran Peña. Sempre Celta. Sempre vós».

También fue especialmente emotiva la publicación de Samu Santos, un jugador que había llegado al equipo en el mercado de invierno del 2023. Comienza y termina con una idea que desmiente entre medias: «Decían que solo era fútbol». Para ello, expone que «no cabe duda que este equipo ha logrado algo increíble y se ha dejado el alma hasta el final, pero lo mejor de esta temporada no ha sido eso. El grupo que hemos formado, la familia que hemos formado, es algo que no se me olvidará nunca». Enumera un montón de nombres propios, comenzando por Fredi Álvarez, y pese a la espina de no haber puesto «la guinda» en forma de ascenso, dice llevarse «amigos para toda la vida y recuerdos imborrables» de la Gran Piña -así le llaman sus componentes- que han formado.

El capitán del equipo, Mario Cantero, no esperó más allá del mismo día del partido para expresarse a través de su cuenta de Twitter. «Qué orgullo de equipo. No hemos podido ni nos han dejado, pero el fútbol nos debe una. Gracias a todos los que habéis querido formar parte de este grupo, solo nosotros sabemos lo que hemos pasado. Sempre Celta, sempre Gran Peña», era su breve pero contundente mensaje.

El máximo goleador y jugador con más minutos del conjunto vigués, José Rivera, entiende que no es el final que habían «soñado, trabajado y merecido», pero asume que, «injusto, o no, es el final». «Ha sido un viaje largo, duro y complicado pero a su vez intenso, reconfortante y realmente precioso. Hemos vivido momentos únicos e irrepetibles, de todos los colores y sabores. Hemos tenido la fuerza para sobreponernos a ellos, el coraje para hacerlo siempre juntos y la energía para además, hacerlo con una sonrisa. Eso ya nadie nos lo va a poder quitar nunca», repasa. Y da las gracias por lo que le han enseñado. «Sois increíbles. Lo he sentido tanto y tan dentro de mí que no lo olvidaré nunca. Nos llevamos todos las mochilas bien llenitas, para siempre. Os quiero con locura Gran Piña».

Ivaldine da Silva, Jú, constata que «el camino fue largo y difícil, con un final duro para todos», pero no duda de que valió la pena. «Me quedo con lo que aprendí de cada uno de vosotros y el esfuerzo diario en cada sesión. Disfruté mucho jugando cada domingo con vosotros y me hicisteis recuperar lo más importante, mi confianza», señala antes de darles las gracias por todo y manifestar lo mucho que quiere a todos cuantos le han acompañado a lo largo de este curso 2023/2024.

Álex Millán comienza diciendo que no quería enfrentarse a este momento de despedidas y que no se suele prodigar en mensajes de este tipo. Pero el grupo que han formado esta temporada le merece una excepción. «Quería daros las gracias a cada uno de los que formamos esta gran plantilla por esta temporada, sin duda alguna la mejor de mi corta etapa sénior. NUNCA os olvidaré, porque hicisteis que volviera a disfrutar de este deporte como un niño pequeño. Os quiero para siempre, Gran Piña».

Óscar Tarensi evoca «muchos momentos durante toda una temporada para admirar por parte de todos» y elige, como muchos de ellos, la instantánea en la que forman un corro en el Helmántico tras el final del partido. «Creo que esta es la foto que describe mejor este pedazo de año, superando cada obstáculo que nos ponían de por medio gracias a esta gran familia que se ha ido formando poco a poco», expresa. Agradece «uno por uno» haber hecho de él una mejor persona y lo que le han enseñado a nivel personal y profesional. «Os echaré mucho de menos y os deseo todo lo mejor en vuestras vidas», finaliza.

«Qué más deciros, familia, que GRACIAS, por estar ahí en la buenas y en las no tan buenas, porque solo nosotros sabemos lo que hemos vivido y lo bonito que ha sido», escribe Óscar Lorenzo. Es un agradecimiento por haberle «hecho mejor jugador y, sobre todo, mejor persona». «Con todos vosotros al lado es mucho más fácil. Seguir luchando cuando creen que no podemos más es lo que nos hace diferentes de los demás. ¡Os quiero, Gran Piña!», agrega el futbolista llegado del Somozas el pasado verano.

Robert Carril, un jugador que no ha vivido su mejor año en lo que a protagonismo se refiere, deja claro también lo afortunado que se siente. «Lo mejor de este deporte es la gente que lo forma y solo tengo buenas palabras para este gran grupo, que a pesar de todas las adversidades, siempre supo estar junto y sacar lo mejor de sí», apunta. Se lleva lo mejor de cada uno y dice sentirse «orgulloso de poder conocer gente tan maravillosa y humana que lo ha dado todo hasta el último momento». Desea que el fútbol les vuelta a juntar porque todavía les «debe una». Y también él finaliza con un «sempre Gran Piña».

Otro jugador sin el protagonismo esperado fue Hugo Losada, que comienza admitiendo que llega a su fin «una temporada muy difícil tanto a nivel personal como a nivel grupal». De este año se lleva «a muchos amigos que se convirtieron en familia». «No acabo como esperábamos y deseábamos, pero si que me siento orgulloso de ver a mi equipo pelear cada balón como si fuese el último. Solo quería daros las gracias. Gracias de corazón a todos, sois los mejores», dice el hermano menor de Iker, que comenta en la publicación: «¡A seguir trabajando y todo llega, enano! Te quiero».

Mario Fuente, con pocos minutos pero goles importantes, llegaba a Vigo desde su club de formación, el Oviedo, el pasado verano. «Solo quería dar las gracias a todos por este año, gracias por acogerme desde el principio y hacerme sentir como en casa. Ha sido un año increíble y me llevo amigos para toda la vida», coincide con varios de sus compañeros. También lo hace al decir que la temporada no finalizó del modo que querían. «Pero el fútbol nos debe una a todos y cada uno de nosotros. Gracias a todos por este año, os quiero mucho, FAMILIA».

El guardameta Dani Sampayo también ha publicado unas palabras llenas de emoción. «Creo que me enamoré del fútbol por cosas como estas, por gente como vosotros. Este final ha sido jodido, porque nos lo merecíamos más que nadie, pero realmente no sé si lloramos por cómo ha terminado todo o porque simplemente ha terminado», arranca. Y celebra que se lleva «la mochila llena de aprendizajes, buenos momentos y grandes amigos». «Estoy convencido de que hoy soy mucho mejor que cuando llegué y creo que este sentimiento es compartido por todos nosotros. ÍTACA solo le daba sentido a nuestro viaje, el camino ha sido la verdadera recompensa, os llevo en el corazón. Gracias por este año inolvidable y espero volver a coincidir, eso significará que voy por el buen camino. Siempre Gran Piña», para luego acordarse de sus personas más cercanas.

En un año en el que ha sufrido una grave lesión que le tiene parado desde hace meses, Vicente Nunes Oliveira también se lleva cosas buenas de esta campaña. «No tengo palabras para lo que viví este año, me sentí en mi mejor momento, feliz, fuerte, seguro de mí mismo y disfruté mucho cuando pisé el campo» hasta la lesión. «En ese momento me di cuenta de que estaba rodeado de gente con corazones gigantes, mis compañeros y personal técnico, que me ayudaron día tras día y me hicieron sentir seguro y alegre». Considera que, con todo lo que se lleva, «cada segundo valió la pena». «Siento que gané el título más grande del mundo, que fue el corazón de cada uno de vosotros que estuvo conmigo día tras día».