Los casos de Jozabed y Murillo tampoco le habían salido bien al Celta
02 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Carles Pérez firmó un contrato con el Celta hasta el 2027 hace justo un año. Su incorporación el verano anterior, como cedido por la Roma, había sido en su momento uno de los refuerzos más ilusionantes para el segundo proyecto que iniciaba al frente del primer equipo celeste Eduardo Coudet, y finalizada aquella temporada, el club apostó por hacerse con él en propiedad. Los últimos doce meses, sin embargo, han estado muy por debajo de las expectativas. Y la historia se repite para la entidad respecto a los anteriores futbolistas que llegaron a préstamo y a a los que se dio continuidad.
La temporada 2023/2024 del canterano del Barcelona estuvo marcada por las lesiones pero, una vez recuperado, apenas entró en los planes de Rafa Benítez. El cambio de entrenador supuso un impulso para él, que incluso en el debut del porriñés anotó su único gol en liga de la temporada, ante el Sevilla en el Sánchez Pizjuán. Pero terminó con apenas 770 minutos en 16 partidos, siete como titular, frente a los 2.148 en 35 choques -23 siendo de la partida- y tres tantos de su primer año como celeste.
Ahora, su futuro está en el aire. Con Claudio Giráldez, intervino en siete de los diez duelos, con tres titularidades y perdiéndose los dos últimos por los problemas físicos, una constante a lo largo del año. Sumó apenas 100 minutos menos con el segundo técnico de la temporada que con el primero, Benítez (331 frente a 439), que dirigió al equipo en 28 citas y que llegó a dejarle fuera de una convocatoria.
Entre su titularidad en Mallorca, la última con Benítez, el 13 de enero, y la llegada de Claudio, en mazo, únicamente estuvo sobre el césped 32 minutos en el partido de liga ante la Real Sociedad, quedándose en blanco durante ocho encuentros consecutivos. La sonrisa de Carles junto a Giráldez en su primer entrenamiento parecía reveladora. «Lo mío es ayudar al equipo, estar listo para cuando me toque, que es lo que he estado haciendo estos meses, preparándome», apuntaba Carles tras marcar en Sevilla.
Giráldez había destacado la importancia de que recuperara su mejor versión. «El nivel lo tiene y las capacidades, también», decía. Benítez había señalado en alguna de sus comparecencias que, tras las lesiones sufridas, el jugador estaba lejos del nivel que había ofrecido en su primera campaña en Vigo.
Jozabed Sánchez y Jeison Murillo
Carles Pérez, a expensas de lo que depare el futuro en caso de que continúe en el Celta, parece haberse sumado como operación poco exitosa a las de otros dos jugadores a los que el club celeste recuperó en la actual etapa en Primera tras haber estado cedidos. Fueron Jozabed Sánchez y Jeison Murillo, fichajes de invierno que deslumbraron en sus respectivas primeras temporadas en Vigo pero que fueron de más a menos y acabaron ofreciendo un rendimiento inferior a lo esperado.
El de Mairena del Alcor, de hecho, no volvió a jugar en Primera pese a que solo tenía 27 años cuando se desvinculó. El colombiano sí que tuvo protagonismo en una de las grandes ligas —con la Sampdoria, que le prestó al celeste en su día— antes de poner rumbo a Catar hace un año. Lucas Olaza dio mejor resultada, que encadenó cesiones, dio mejor resultado y se fue siendo titular.
Casos anteriores
Yendo más atrás en el tiempo, sin embargo, este tipo de apuestas sí que le habían salido bien al cuadro celeste. Casos de jugadores que convencieron siendo cedidos y luego dieron buen rendimiento en propiedad son Fabián Orellana, David Rodríguez, Matías Lequi, Fabián Canobbio, Petter Luccin, Karpin o Revivo.