¿Y si el mediocentro está en casa?

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Giráldez prueba a Óscar Mingueza en la sala de máquinas y el catalán destaca por su visión y su fiabilidad en el pase

22 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Óscar Mingueza ha encontrado en el Celta su particular paraíso y el conjunto vigués, en el catalán su particular comodín. El exbarcelonista jugó el curso pasado de lateral derecho, de central y de interior; este verano, en dos partidos, ya fue utilizado como central zurdo y como mediocentro, una posición que quiere reforzar la dirección deportiva celeste de cara a la próxima campaña. No obstante, visto su buen rendimiento ante el Vizela, con una asistencia de gol y dejando clara su visión de juego y calidad en el pase, no sería descabellado pensar que la solución está en casa, lo que podría hacer variar la hoja de ruta en los contados fichajes previstos.

Claudio Giráldez está encantado con Mingueza, otro loco del fútbol, y seguramente el segundo jugador más influyente en el juego del equipo después de Iago Aspas. El catalán pide imágenes de los partidos en la media parte para ver por dónde puede mejorar y hacer daño al rival y siempre pregunta el porqué de las cosas. Necesita una explicación.

Desde su llegada, casi todos los técnicos lo han utilizado para salida de balón desde la línea defensiva. El primero en hacerlo fue Carlos Carvalhal, que en la defensa de cinco le dio el doble papel de lateral y mediocentro para conectar con la línea más avanzada. Rafa Benítez lo llevó incluso hasta el último tercio del campo en busca de soluciones para la banda derecha.

Giráldez no lo ve tan arriba, pero sí que sopesa aumentar todavía más su influencia en el juego. En A Lomba lo colocó al lado de Damián Rodríguez en el primer tiempo en un doble pivote de lo más constructivo. En esa ubicación, y al margen de Tasos Douvikas por sus tres goles, el de Santa Perpetua fue el futbolista más destacado. Cumplió en la recuperación y con dos pinceladas dejó claro que puede aportar en la vertiente ofensiva. Porque a Mingueza nunca le quema el balón en el pie, aguanta bien la presión y casi siempre elige la solución más adecuada en cada momento.

En este contexto, el entrenador debe elegir si incide en ir al mercado en busca de un mediocentro (se supone que de otro perfil) o, por el contrario, busca un sustituto para el centro de la defensa para liberar al catalán. No obstante, siempre tendrá la baza de alternar su posición en función de las necesidades y dada su polivalencia.