Fredi Álvarez hizo debutar al joven delantero ponteareano Iago Barreiros Núñez, de solo 16 años
26 ago 2024 . Actualizado a las 09:33 h.La nueva era con Fredi Álvarez desde el inicio de temporada en el Celta Fortuna comenzó con un once con seis canteranos y ocho gallegos, y con cinco debutantes entre canteranos y fichajes. De las caras nuevas llegadas desde fuera, el técnico apostó para ser de la partida por el portero Marc Vidal, que lleva desde su llegada con el primer equipo, así como por Johan Guedes y Jordi Escobar.
El jugador llegado del Las Palmas tuvo el mejor inicio posible, con el primer gol de la temporada para adelantar al equipo vigués antes del cuarto de hora de juego y la asistencia fue de Escobar, que también pudo haber marcado, pero no estuvo acertado en un par de llegadas con peligro.
La intención de Marco Garcés y del club de acelerar procesos se vio reflejada en los debuts de los juveniles Moha Dahmouni (2006) y Andrés Antañón (2007), ya como titulares. Mientras del segundo se anunció su subida al Celta Fortuna, su compañero, en teoría, iba a seguir en el Juvenil A, pero por ahora parece haber seducido a Fredi. Ya desde el banquillo debutó el juvenil de primer año Iago Barreiros, nacido en Ponteareas en el 2008 —16 años— y que el curso pasado, aún siendo cadete, sorprendió al debutar con un hat-trick con el conjunto juvenil de División de Honor, al que pertenecerá esta temporada.
También como hombres de refresco debutaron otros dos refuerzos más: Emi Rodríguez y Sergio Díez. Así, Iván Garriel se quedó como el único fichaje sin minutos en este primer partido. De los juveniles, no jugaron Óscar Marcos, Ángel Arcos y ni Hugo Burcio, ya con ficha de filial.
En la primera contienda de esta temporada 2024/2025 se vio a un Celta continuista respecto al curso pasado y a un Claudio Giráldez que estuvo en Balaídos presenciando in situ el encuentro. Se mantiene la esencia en cuanto a toque de balón, rapidez, llegada y sistema de juego.
El debe estuvo en la salida de balón, que aprovechó el Barakaldo para hacer daño y acabar llevándose un punto. Los vigueses supieron sufrir para que no fueran más y salvar el punto. A grandes rasgos, los jugadores nuevos se concentran arriba y los que siguen, en la zona defensiva.