El catalán lleva dos goles y dos asistencias en tres jornadas
28 ago 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Óscar Mingueza ha comenzado la temporada como un tiro. El pianista ya consiguió los mismos goles en tres jornadas que su tope tanto en el Barcelona como en el Celta en una temporada: dos. Además, lleva otras dos asistencias y se ha convertido en el jugador más determinante para el gol en este inicio de liga. A mayores, está demostrando que su polivalencia no tiene límites y ya ha ejercido en tres partidos de carrilero zurdo y derecho después de pasarse la pretemporada probando en el mediocentro y en dos de los tres perfiles de la defensa.
«Es uno de lo jugadores que tienen la capacidad para generar desequilibrios desde el balón, desde el entendimiento del juego y la capacidad para conducir. Puede jugar en varias posiciones, puede jugar por dentro como un mediocentro o interior, y vamos a usar esa riqueza para ser menos previsibles. No lo descarto para ninguna posición», comentó en una ocasión del catalán Claudio Giráldez.
La pasada temporada, el ex del Barça ya fue uno de los jugadores fundamentales del Celta y el principal socio de Iago Aspas. Este curso, ha comenzado como un tiro pese a que de inicio estaba destinado a ver el primer partido en el banquillo. Giráldez se había decantado por Mihailo Ristic en el lado izquierdo y por Hugo Álvarez en el derecho, el lugar habitual de Mingueza. Sin embargo, el serbio volvió a caer lesionado en el calentamiento y el 3 del Celta saltó al campo. Le costó adaptarse al costado izquierdo, pero terminó firmando un buen partido y siendo clave para el triunfo sobre el Alavés.
Una semana después, repitió en el mismo costado y dio un recital. Frente al Valencia, marcó un gol de bandera para empatar y cinco minutos después, le dio una asistencia milimétrica a Aspas, en el pasillo central, para remontar el partido. Luego, se quedó en el banquillo en el descanso por unos mareos desvelados por el entrenador que no pasaron a mayores. También por una amenazante amarilla.
Ese descanso le dio el pasaporte para dos días después ser uno de los cuatro jugadores que repitieron en el once en Villarreal donde ejerció como carrilero derecho, su posición más habitual en el Celta, y el resultado fue un partido redondo: marcó un golazo de falta directa, asistió a Starfelt y tuvo un gran protagonismo en el partido. Incluso cuando se colocó de central por exigencias del plan de ataque de Claudio, el catalán siguió percutiendo en busca de un triunfo que los vigueses merecieron, aunque terminaran perdiendo en el último suspiro.
Desde que llegó al Celta en el verano del 2022, Mingueza recuperó el tiempo perdido. En dos temporadas y tres jornadas, lleva acumulados 62 partidos de liga (la campaña pasada participó en los 38), casi el doble de los 36 jugadores en el Barcelona. Además, como celeste ha jugado de todo menos de portero: central, lateral, centrocampista, interior y media punta. Con dos años más de contrato, seguro que la ampliación ya está sobre la mesa de Marco Garcés. A día de hoy, es uno de los grandes valores del Celta.