Breo Sío, el único superviviente del Celta C en el nuevo Gran Peña

LA VOZ VIGO

GRADA DE RÍO

GRAN PEÑA

El redondelano es el único futbolista del curso pasado que continúa

07 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El Gran Peña comienza una nueva era. El final y la no renovación del convenio con el Celta le supusieron al club de Lavadores empezar un proyecto de cero pero, sin embargo, de la plantilla 2023/2024 hay un superviviente: se trata de Breo Sío, redondelano nacido en el 2004 y canterano del club celeste se despidió del mismo tras doce años. Sin embargo, dio su sí al conjunto granpeñista y seguirá jugando con ellos en Tercera Federación desde este domingo, cuando visitan al Somozas.

El joven defensa valoró otras opciones, pero decidió aceptar la propuesta del que ya fue su club el curso pasado. «Vengo de años duros de lesiones y en el Gran Peña siempre me han dado un trato increíble. Desde el día 1, mostraron interés en que siguiera con ellos y creo que era lo mejor para mi futuro», dice recordando que repetirá en la categoría y destacando que tienen un equipo joven que cree que va a competir muy bien. «Era el año perfecto para quedarme», sentencia.

La situación es atípica al ser el mismo club pero haber dejado de ir de la mano del Celta. A la pregunta de si la sensación es más de mantenerse o de haber cambiado, no obvia que la desvinculación del club celeste se nota. «Pero me quedo con la gente que no ha cambiado respecto a cuando formaban parte del Celta, como nuestro delegado, Juan Luis; el presidente (Waldo Otero) y otras personas que siempre han estado y que nos tratan de diez. Queda la esencia», afirma.

Sío, que está en su segunda temporada como futbolista sénior, comenzó con el calvario de las lesiones siendo juvenil de segundo año. Fue operado del ligamento, pero le siguió dando la lata. «Estuve tiempo recuperándome y teniendo que volver a parar. Luego, tuve una racha buena en Tercera y vino una rotura de fibras», lamenta. Pero celebra que las molestias del tobillo han remitido y va a por todas, sin temor a volver a resentirse en el apartado físico. «Soy cabezota y el miedo lo olvido rápido. Voy cada partido al 200 % y no estoy pensando en las lesiones», señala.

Llegado al Celta siendo benjamín, ha tenido que cerrar una etapa repleta de cosas buenas. «Me quedo con todo. Es un club increíble, el trato es muy bueno y las condiciones que tienen, también», señala antes de destacar el trato de los entrenadores y, en especial, de los fisios, con los que convivió mucho tiempo. «Estaba que si ahora vuelvo, ahora paro... En esos momentos malos es donde se ve la gente que te apoya. También los compañeros, que te hacen tener ganas de seguir trabajando para volver».

Ahora, de regreso y en una nueva etapa, se propone «volver a disfrutar del fútbol», algo que no le había resultado nada fácil en los últimos tiempos con tantas piedras en el camino. «Confío en que sea un buen año. Tengo muchas ganas e ilusión y formamos un equipo joven con muchas ganas de competir. La sensación es de que podemos hacer cosas buenas», apunta.

El objetivo marcado es la permanencia y cree que puede estar a su alcance. «Si somos realistas, tenemos que pensar en salvarnos, porque el cambio fue muy brusco. Nos queda mucho trabajo por delante, pero dando el 100 %, creo que podemos conseguirlo», analiza. Además, aunque no del año pasado, sí tiene compañeros que ya conocía, entre ellos otro excéltico, Henok Abalde.

La Gran Piña

Los componentes del Celta C Gran Peña de la temporada pasada, que llegaron a la última eliminatoria por el ascenso a Segunda Federación, se llamaban a sí mismos Gran Piña. Los mensajes de despedida de todos ellos dejaron a las claras la gran unión que se había generado. «Era un grupo increíble, sano, donde todos nos llevábamos bien con todos y nos apoyábamos cuando uno tenía un problema. Fue una de las claves del gran año que hicimos».

El anunció del Celta fue «inesperado e impactante por el momento en que llegó, pero había que entenderlo» y quedarse con lo que les habían dado este tiempo. «Choca, y fue un golpe grande, pero tenían que mirar por su bien. Al final, fue una motivación para seguir y llegar hasta donde llegamos en la promoción». Un año inolvidable, como espera que también lo sea el que se dispone a comenzar.