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Claudio Giráldez: «Estoy orgulloso de ser gallego, celtista y entrenar al equipo de mi vida»

LA VOZ VIGO

GRADA DE RÍO

Xoán Carlos Gil

El entrenador del Celta dice tras su renovación que está seguro de que no será su último contrato

16 oct 2024 . Actualizado a las 20:17 h.

El entrenador del Celta, Claudio Giráldez, se ha mostrado este miércoles «muy contento y agradecido» tras renovar su contrato con el club vigués hasta el 2027. En un amplio capítulo de agradecimientos, se ha acordado de todos los trabajadores con los que ha coincidido en los más de diez años que lleva en la entidad, a sus jugadores, cuerpo técnico y a su familia, con mención especial a sus dos hijas, presentes en el acto, y a su padre, fallecido hace once años. Sin olvidar la confianza de Marián Mouriño y José Gainzarain, «fundamentales» en esta renovación.

«Esto es un paso más, queremos más, queremos ser ambiciosos. Estoy orgulloso de ser gallego, celtista y entrenar al equipo de mi vida. Todas las partes son igual de importantes de lo que puedo ser yo», señalaba el técnico, esgrimiendo que no le gustan los focos y que acepta que apunten a él solo por un día. Reitera lo fácil que fue alcanzar un entendimiento: «Estoy totalmente de acuerdo con lo que el club quiere hacer, por eso no había otro camino que renovar tan rápido. Lo vemos de la misma manera», indicaba antes de proclamar que espera «responder con toda la dedicación y trabajo» que tiene dentro.

En comparación con la presentación de marzo, dice que aquella fue más rápida por las circunstancias -relevó al destituido Rafa Benítez-. «No sabría repetir nada de lo que dije ese día. Estoy igual de feliz y contento, consciente de lo que hago, de dónde estoy y de a dónde quiero llegar». Incide en que «una renovación habla de lo que quieren las dos partes» y han «estado de acuerdo desde el minuto uno». «Ha sido sencillo, rápido», sentencia.

En cuanto a la duración del contrato, admite que se contemplaron varios escenarios y este les pareció idóneo, algo que señaló también Garcés. «Soy feliz, soy ambicioso, exigente. Creo que va a ser sencillo volver a sentarnos a hablar (para otra renovación), estamos en permanentemente en conversación y es muy fluido todo lo que pasa entre la directiva y yo». No le da especial tranquilidad ese período por el que firma. «No, es un acuerdo al que llegamos, estábamos cómodos en esa duración, es correcta, perfecta. Tengo claro que no va a ser nuestro último contrato».

Giráldez asegura que vive igual que antes de ser entrenador del primer equipo del Celta y tiene los pies en el suelo. «Me siento con fuerza y energía para dar pasos a nivel deportivo, que es lo que me gusta. Lo que más me cambió es tener dos hijas, que eso cambia la vida muchísimo». Dentro de que asume que siempre se evoluciona, considera que su idea matriz permanece. «Veo el fútbol de esa manera, me gusta ver a los equipos que entreno, cómo entrenamos, cómo jugamos, el ambiente que estamos generando», profundiza.

En lo referente al techo de este proyecto, no es algo de lo que le guste hablar como tal: «No es cuestión de ponernos techo, sino de querer crecer, mejorar, tener soluciones para que el club vaya dando pasos. Las cosas no son casualidad, tienen que ver con el trabajo, con decisiones», considera. Y tampoco quiere parecerse a ningún club en concreto, sino tener rasgos propios como tiene el Celta y sí fijarse en lo bueno de otras entidades. «Quiero ser lo que la afición y la plantilla sienten, todo va de la mano y se siente», ejemplificándolo con el logro de vencer con nueve al Las Palmas.