Renato Tapia guarda buen recuerdo de su corta experiencia con el actal entrenador céltico, del que destaca
24 oct 2024 . Actualizado a las 09:30 h.Renato Tapia, actual jugador de un Leganés con el que recibe al Celta este domingo en Butarque, se lleva muchos buenos recuerdos y muchos amigos del club vigués, al que subraya que siempre va a guardar un gran cariño. Con el actual entrenador, Claudio Giráldez, se deshace en elogios, pero también tiene buenas palabras hacia Rafa Benítez, aunque parte de que no era el técnico que el equipo necesitaba y por eso las cosas no salieron bien con él.
—¿Qué le ha dado el Celta y que se lleva de esos cuatro años?
—Muchas amistades, mucho amor desinteresado. Me voy con grandes enseñanzas de jugadores a los que veía por la tele y con los que tuve la suerte de jugar, como Jeison Murillo, el mismo Iago Aspas, Nolito... También otros que estuvieron menos tiempo, como Smolov, un gran delantero. Y talentos jóvenes como Gabri Veiga, Sotelo, Damián... Dejé grandes amigos, también entre utilleros y fisios. Siempre van a estar en mi corazón y seguro que yo en el suyo.
—¿Qué piensa al ver ahora a algunos de los jóvenes que decía con tanto protagonismo?
—Estoy feliz. Los he visto sufrir, porque uno, como joven, piensa en jugar y que merece más, algo que me ha pasado y que ellos sentían. Ahora, están jugando, tienen la oportunidad y la confianza para mostrarse y es maravilloso. Sotelo, Hugo Álvarez, Damián, mismo Carlos Domínguez, que también alternaba, o Alfon, que estuvo mucho tiempo en el B demostrando que merecía la oportunidad. Y vienen otros detrás. Los he visto crecer y me alegro mucho. Será emotivo verlos este fin de semana.
—¿Qué tal su experiencia con Claudio Giráldez?
—Corta, pero desde su primer año en el B, todos nos dábamos cuenta de la capacidad que tenía, cada vez que pasábamos por su cancha, nos queríamos meter a su entrenamiento. Estoy contento por él. Es joven, tiene las cosas claras como pocos entrenadores y una idea que es ADN Celta y que es lo que el equipo necesitaba. Como persona, se preocupa del bienestar del jugador también como pocos comandos técnicos.
—¿Y con Benítez?
—Es un técnico totalmente distinto a lo que el Celta necesitaba. Es cierto que hubo muchos problemas en cuanto a resultados, pero de repente, la idea de juego no se acomodaba a los jugadores y cuando eso pasa y no tienes esas herramientas que él quería, igual hay que buscar otro rumbo, tener un poco de tino y de inteligencia y jugar de otra manera. Pero es un técnico con experiencia, que cree en lo que hace, se fue jugando de la manera que él quería y eso hay que resaltarlo. No deja de ser un gran entrenador por un mal año. Me ayudó mucho.
-¿Se considera aficionado del Celta?
Lo sigo porque me gusta y tengo muchos amigos, gente a la que quiero y a la que le va bien si al Celta le va bien. Ser hincha del Celta como son ellos es un estado de ánimo, sufren, es su vitamina para estar bien en la semana y que estén felices. Podría ser que me considere porque tengo recuerdos bonitos y, sobre todo, amigos.
-Usted también ha sufrido por el por el club: en su día comentó que había acabado en urgencias antes de la salvación contra el Barcelona.
-Sí. Hay muchas cosas que la gente no sabe. Fueron momentos duros, con acontecimientos en mi vida personal que confluyeron en ese momento. La presión era grande, porque era uno de los mayores y sentía que me tocaba un rol en esos momentos. Sucedió lo que tenía que suceder, que gracias a Dios, se pudo conseguir la permanencia. Pero fue difícil y cosas como esa hacen que me sienta de esta manera por haber salido así.
«Tenemos que ver al Celta como un rival que está en puestos a los que podemos llegar»
Renato Tapia ve al Celta como un rival directo a medias desde un Leganés donde esta muy a gusto. Por su experiencia, avisa de que los vigueses no se pueden relajar ni dar por sentado que será una temporada tranquila.
—¿Ve al Celta viviendo una temporada tranquila?
—No lo sé. El fútbol es muy caprichoso y cuando mejor te va, de repente te relajas, como nos pasó con (Carlos) Carvalhal y nos complicamos. Este deporte es así, día a día, semana a semana. Si logran seguir haciendo eso, seguramente les irá bien, pero no se puede dar nada por sentado. Ojalá les vaya bien, pero no contra nosotros.
—¿Considera al equipo vigués un rival directo?
—Es cierto que hay dos ligas distintas, donde los primeros siete apuntan a ganar y el resto, a sacar puntos entre ellos. El Celta, en los últimos años, ha tenido que codearse con equipos recién ascendidos como el Leganés, pero que sea o no de nuestra liga pasa a un segundo plano. Contra el Atlético, que no sería de nuestra liga, salimos con todo. Hay que verlos como un rival que está en puestos a los que podríamos llegar; desde ese punto de vista, sí se puede considerar rival directo.
—Es su segundo club en España. ¿En qué se parecen y en qué se diferencian ambos?
—Creo que los dos son equipos humildes y que, en cuanto a aficionados, nos siguen a todos lados. En esas cosas, se pueden comparar un poquito.
—¿Cómo llega el Leganés a esta cita con el Celta?
—Bien, hemos hecho buenos partidos en los que el resultado no ha acompañado, pero hemos hecho méritos para que las cosas vayan mejor. Se hicieron cosas para sacar un buen resultado y con eso nos tenemos que quedar, con alargar 45 minutos que fueron muy buenos y seguramente cada fin de semana nos irá mejor.
—Llevan una victoria. ¿Les pesa que se haga de rogar la segunda?
—Es complicado, sobre todo cuando has empatado mucho y perdido puntos que podías haber concretado, pero así es esto. Estamos en buena línea y seguramente agarraremos un buen ritmo.
—En lo personal, ¿cómo está viviendo esta nueva etapa?
—Muy bien. He llegado a un club muy bueno, con personas muy top, y estoy contento. Cada vez me siento mejor físicamente, porque no es excusa, pero no tener pretemporada me afectó. Ahora, me encuentro al 100 %, he estado trabajado mucho, enfocándome en lo que necesitaba y que el míster me esté dando protagonismo influye mucho.