El descarte que amenaza al líder

LA VOZ VIGO

GRADA DE RÍO

Oscar Vázquez

Óscar Mingueza, que salió del Barcelona en la época de Xavi, recuperó la motivación en el Celta, convirtiéndose en uno de los carrileros de la liga

23 nov 2024 . Actualizado a las 12:09 h.

Óscar Mingueza es uno de los nombres propios del primer tercio de liga en el fútbol español. El curso pasado, demostró su nivel, y esta temporada, con el depósito de confianza lleno, se plantó en la selección. A la sexta fue la vencida y al fin tuvo minutos (el partido completo) con la absoluta de un modo real, porque aquel duelo de junio del 2021 con Lituania no puede salir del círculo del anecdotario. Esta noche, con galones en el Celta, se mide al equipo que le vio crecer, que todavía tiene el 50 % de una hipotética venta y que un día del 2023 le abrió la puerta de salida hacia Vigo.

«Cuando llegó Xavi (Hernández), no encajamos bien, yo no le debía de gustar o lo que fuera. Tampoco tenía la mejor mentalidad del mundo, y por eso salí del Barça, para intentar recuperar la motivación y para disfrutar», comentaba esa semana a Esport3, el canal de deportes de TV3.

Hay un dato que lo dice todo. A estas alturas de liga (jornada 13), Mingueza ya ha jugado más en el Celta (916 minutos, 12 partidos como titular) que en toda su última temporada (21/22) como jugador azulgrana: 891 divididos en 19 partidos, nueve de ellos, saliendo de inicio. El pianista de Santa Perpetua ha encontrado en el Celta su lugar en el mundo. Tras un inicio un tanto complicado, ha ido creciendo hasta convertirse en uno de los pocos jugadores que comparten el cartel de actor principal con Iago Aspas. Este año, además, se ha aficionado al gol (lleva 2) y, además, es uno de los grandes pasadores de la liga (suyas son cinco asistencias hasta el momento).

El catalán, si es uno de los elegidos por Claudio Giráldez (algo que sucedió siempre menos en una ocasión), tendrá un doble y complicado reto. Primero, tapar el carril derecho por el que pueden asomar Dani Olmo en funciones ofensivas y Balde desde el lateral. Después, ejercer de arma letal para el ataque, porque para romper el fuera de juego de Hansi Flick, hay dos aspectos en los que Mingueza puede contribuir claramente: acierto en el pase y nervios de acero para desafiar a la presión alta culé y capacidad para sorprender llegando desde la segunda línea, la criptonita para hacer añicos la defensa adelantada de los azulgrana.

Que haya jugado los 90 minutos el pasado lunes, con Pedri y Casadó como compañeros, por cierto, no debe ser impedimento para que el exBarça está a tope. Porque ser elegido por Luis de la Fuente debe ser un plus y porque dispuso de cinco días para recuperarse. El miércoles fue el primer día que entrenó con el grupo, pero ya tuvo tres sesiones con todos sus compañeros.

«Tenía ganas de que llegase la oportunidad, le ha llegado, creo que ha hecho un muy buen partido con la selección y creo que también se ha quitado ese peso de encima, esa espinita que tenía de no haber todavía podido debutar, o redebutar, porque había ido aquella vez en un especial que fuera sub 21 y lo veo contento, feliz», comentó Claudio Giráldez, que lo ve con «ganas de jugar un partido después de debutar con la selección, una temporada muy buena que está haciendo y contra su ex equipo, creo que pocos alicientes más puede tener un partido para él y ojalá pues pueda estar estable y darnos una mejor versión que la necesitamos». Será capital.