Claudio Giráldez: «Para ganar, tenemos que ser mucho más ambiciosos en el último tercio»
GRADA DE RÍO
El técnico del Celta asume la responsabilidad de la derrota en Cornellà, admite que no se puede ganar encajando goles como los encajaron y lamenta que a domicilio «siempre sale cruz en los momentos importantes»
01 dic 2024 . Actualizado a las 19:54 h.El entrenador del Celta, Claudio Giráldez, incidió tras la derrota ante el Espanyol en que les faltó profundidad y en la manera en que llegaron los goles locales en Cornellà. «Encajas en un balón parado a favor, en un balón parado en contra y en un saque de puerta del rival. Es muy difícil que así nos podamos llevar los puntos», lamenta. Contaban con que el rival saliera «con energía y a querer robar», y entiende que con el cambio de dibujo, con Mingueza por dentro y Iago Aspas jugando más entre líneas, tuvieron el control, pero acusaron esa falta de profundidad.
«Nos encontramos con un gol en contra en un córner a favor, repito, y luego intentamos darle más profundidad volviendo a nuestro sistema más habitual», repasaba. Pero se encontraban un nuevo tanto a balón parado, otro «mazazo». «Para mí, es un partido de empatar. Han sido más efectivos y los goles han sido especialmente duros por el momento», dice. La sensación que tiene es que fuera de casa, «en los momentos importantes, está cayendo cruz siempre».
A su juicio, arrancaron bien la segunda parte con Williot Swedberg para darles esa profundidad, pero deja claro que deben «mejorar en las disputas, duelos, en pequeñas acciones de los partidos» en que se les están «escapando puntos y costando goles». «Luego, con el equipo abierto, con mucha gente ofensiva, nos cogen en un par de transiciones en la segunda parte», analiza. Dentro de que ambos generaron ocasiones, cree que la efectividad del Espanyol fue determinante.
Giráldez se muestra consciente de que están cometiendo los mismos errores de forma recurrente. «Evidentemente, la responsabilidad es mía; el primer responsable de la derrota soy yo», asume. Lo achaca a que no fueron certeros en las situaciones de balón parado o juego directo, aparte de esa falta de profundidad que repetía. « Me quedo con la actitud del equipo de querer, a pesar del 2-0, seguir insistiendo, de meter al rival atrás y dominar todo el partido de la posesión». Con todo, sostiene que para ganar los partidos deben estar «mucho más ambiciosos en el último tercio, cambiar mucho más la velocidad».
Preguntado sobre el hecho de que sean uno de los equipos más goleados, es contundente. «Si me importase mucho el número de goles que encajamos, con el 2-0 haría cambios para defender, para no sumar goles en contra. Y lo haría en Leganés, en Pamplona, en Bilbao... Me preocupa ganar o perder el partido», subraya. En ese sentido, deja claro que arriesgaron para tratar de ganar, y eso implica abrirse y exponerse. «Ante un rival que es capaz de defenderte bien, con mucha gente cerca de su área, que ha sido un rival rocoso y que nos ha complicado».
Señala, en la misma línea, que acabaron jugando con tres defensas y el resto, jugadores ofensivos. «Es nuestra manera de entender el juego. Me preocupa si gano o si pierdo. Hay que intentar meter más que el rival y ganarlo». Más allá de eso, considera que deben «pensar en mejorar, ser más solidarios en situaciones en que hay que arrimar el hombro, como el balón parado o el juego directo, pero el equipo quiere, domina» y cree que hay que dar valor a eso.