Hay una cosa que marca la diferencia con respecto al resto, que estamos hablando de la Copa del Rey, por eso aunque todo esté en contra, el Celta debe buscar el milagro, ya que en un partido puede pasar de todo. Este es uno de los contados deportes en los que el pequeño puede ganar.
Para mí, es un partido de resistencia, de no encajar, de que vayan pasando los minutos y que el rival se vaya poniendo nervioso y que el Celta sea capaz de pegarle algún susto, aunque también debemos tener en cuenta que el equipo de Giráldez no suele esperar a los rivales, sino que sale a buscarlos y eso puede favorecer a un equipo como el Madrid, que seguro que no tiene ningún problema en que su rival tenga el balón. Eso sí, yo prefiero este Celta a cualquier otro por su manera de jugar.
Un dato a favor del equipo vigués es que no parte como favorito, no tiene ninguna presión y, particularmente, veo al Real Madrid más irregular que en temporadas anteriores.