
«Teníamos ganas de que llegase este partido», apuntó el técnico de un Celta que encajó su peor derrota en Butarque
08 mar 2025 . Actualizado a las 12:47 h.El Leganés es el equipo que le ganó con más claridad al Celta en esta liga después de 26 jornadas disputadas. Ninguna otra formación le endosó a los de Giráldez un 3-0, un resultado que desde la llegada del porriñés al primer equipo solo consiguió el Alavés en la temporada anterior. Todos los demás resultados adversos han sido mucho más cortos. Porque en los 36 partidos que Claudio Giráldez lleva dirigiendo en la élite, ningún otro equipo, los grandes incluidos, le han ganado por tres goles de diferencia en liga. Lo hicieron por 3-1 Athletic y Espanyol en otros dos malos partidos a domicilio. En casa, lo poco que perdieron, fue por el margen de un gol: Real Madrid, Atlético y Athletic.
El partido de la primera vuelta en Butarque tuvo su miga. Estuvo igualado, incluso con dominio y control del Celta durante una hora, pero los fallos en la salida de balón de la recta final fueron castigados por un conjunto pepinero que nunca volvió a tener semejante efectividad. Los célticos dicen que no tiene ganas de revancha, pero no olvidan aquel partido. «Fue la derrota más abultada de este año y lo tenemos claro lo que hicimos bien, lo que hicimos mal y, evidentemente, es un aprendizaje brutal. Teníamos ganas de que llegase este partido y ahora esperemos demostrarlo en el campo», dijo el entrenador.

Pero el porriñés puntualizaba a la vez: «La revancha es con nosotros mismos, nosotros sabemos lo que hicimos bien y lo que hicimos mal ese día, el Leganés tiene una forma de competir igual de válida que la nuestra, hacen muy bien muchas cosas, igual que nosotros y, a partir de ahí, tenemos que llevar el partido a ser mejores que ellos, a ser más precisos y más certeros en situaciones de las áreas». Claudio Giráldez tuvo muy presente durante toda la semana aquel encuentro.
Con la perspectiva del tiempo el entrenador considera: «No fuimos profundos, no acabamos de hacer ocasiones de gol y no estuvimos certeros en los últimos metros», advirtiendo además que los pepineros son un equipo que «tiene claro cómo poder hacerte daño».

Ganar al Leganés en esta sobremesa significaría dar un paso más de cara a la permanencia y alcanzar, además, la novena victoria como local en una liga en donde la fortaleza del equipo en Balaídos marca el camino. Por el contrario, el cuadro madrileño ha sido capaz de sacar diez puntos a domicilio sorprendiendo con su triunfo en Montjuic ante el Barcelona y empatando en siete de sus 13 salidas (Osasuna, Valladolid, Getafe, Rayo, Alavés, Espanyol y Athletic), números y rivales que le acreditan como un peligroso visitante. Un equipo del corte de Getafe, Mallorca u Osasuna a nivel futbolístico. Todos ellos mordieron el polvo en el campo vigués.
