
El entrenador del Celta ha sacado la cara cada vez que un jugador ha estado cuestionado por el motivo que fuera
17 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.A lo largo del año largo que lleva Claudio Giráldez al frente del primer equipo del Celta, ha quedado clara su vocación de proteger y apoyar a sus futbolistas en sus momentos más complicados, ya sean derivados de las críticas por su rendimiento deportivo o por actitudes o comportamientos fuera del terreno de juego. Sin tener nada que ver los casos entre sí, el porriñés sacó la cara de manera más evidente por Tasos Douvikas, por Alfon González y por Carlos Domínguez en sus peores momentos de cara a la opinión pública e incluso se puede entender que también protegió en cierta medida a Javier Manquillo con su forma de enfocar lo ocurrido con el jugador.
Para empezar, Giráldez mantiene siempre el discurso, habitual en los entrenadores y en los equipos, de que los fallos y los aciertos son de todos, sin querer personalizar. Y si hay que hacerlo en alguien, siempre se pone por delante para asumir las responsabilidades. Lo ha hecho cada vez que los resultados no han acompañado y lo hizo ante la pregunta directa por Carlos Domínguez el pasado fin de semana, cuando el central estuvo en el punto de mira de algunos por no haber tenido su mejor día.

El entrenador céltico dijo que le había dejado al defensa «un marrón» y asumió toda la culpa, destacando la dificultad de entrar el último al partido y después de tiempo sin tener continuidad. «Carlos tiene un gran nivel, lo ha demostrado en este club en muchísimos partidos. Estamos acostumbrados a que siempre lo haga bien entrando en momentos complicados y no es sencillo mantenerlo cuando no estás jugando», planteaba.
Semanas atrás, otro ejemplo claro había sido Tasos Douvikas. El internacional griego dio la sensación de haberse borrado del partido de Copa frente al Real Madrid y se convirtió en blanco de las críticas. La respuesta de Claudio Giráldez fue mostrar su disgusto y apoyar sin fisuras al jugador. «Quiero condenar el odio que ha recibido. No es justificado ni merecido. La salud mental es importante, son jugadores y son personas», argumentaba. También señaló que le honraba decirlo si no se sentía en condiciones.

Claudio Giráldez, decepcionado con lo ocurrido entre el celtismo por este tema, habla claro sobre Alfon: «Si a la gente le gusta buscar culpables, el único que no lo es es Alfon. Nunca me ha fallado ni me ha mentido en nada. Que me conste, no tiene firmado nada con otro equipo». pic.twitter.com/joDICDsQqf
— Grada de Río (@gradaderio) April 4, 2025
Más recientemente, Alfon González fue muy cuestionado debido a las informaciones, negadas por su entrenador, de que ya se había comprometido con otro equipo para la próxima temporada. «Si alguien no es culpable de lo que ha pasado, es Alfon», sentenció al tiempo que dejaba patente su malestar por lo ocurrido. «Estoy decepcionado con cómo se ha generado esto esta semana, no hace ningún favor al Celta y al celtismo, nos divide».
El caso de Javier Manquillo es diferente y puede parecer que no tiene conexión alguna, porque no ha habido una defensa verbal explícita de futbolista, con el que parece obvio que existe un problema. Pero su manera de que no se pusiera el foco en él, aparentemente, ha sido negar que hubiera pasado algo entre ambos y asegurar que es «uno más», que entrena como tal y puede ser convocado cuanto esté entre los que considere mejores. Si bien es cierto que lleva once partidos fuera pese a estar disponible.

Giráldez aplica a rajatabla algo que ha pedido a su afición siempre que ha surgido algún tema que levantara ampollas. «Cualquier buen aficionado al fútbol protege y defiende a sus jugadores mientras defiendan nuestro escudo», comentaba a propósito de cómo creía que recibía el celtismo a Douvikas. Claudio Giráldez ha hablado de «porterazos» cuando estaban en duda, ha tenido palabras de elogio a Damián Rodríguez en sus peores momentos o ha recordado quién es Iago Aspas cuando ha habido dudas, entre otros casos.
También ha elogiado la implicación y capacidad de trabajo de los futbolistas que menos participan, como Franco Cervi o Mihailo Ristic, y siempre puso encima de la mesa las virtudes de Jonathan Bamba cuando menos a la vista parecían estar. Del mismo modo, ha subayado la necesidad de tener calma con las grandes promesas, caso de Fer López, pidiendo cautela en las comparaciones con el capitán y confesando que le parecía demasiado pronto para que se llevara el premio al mejor jugador del mes el pasado febrero.
Anti-redes sociales
Pese a que existe algún perfil que se hace pasar por él, Claudio Giráldez no tiene redes sociales —el medio donde se han alimentado la mayoría de estas controversias— ni quiere tenerlas. «Si las palabras quedan registradas, se da más bombo a la reacción de una persona. La vida real es mucho más bonita que a través de un móvil», comentó en una entrevista a La Voz.