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Celtismo con denominación de origen eslovaca

ZONA CELESTE

Tomas tiene en su perfil de Facebook una imagen de Balaídos durante un derbi.
Tomas tiene en su perfil de Facebook una imagen de Balaídos durante un derbi. CEDIDA

Tomás Chrancek, de 28 años, no cree que haya ningún otro celtista en su país: «Nadie lo entiende, pero no por eso voy a cambiar»

31 ago 2015 . Actualizado a las 13:57 h.

«Es una larga historia que aquí nadie entiende, pero eso no me va a hacer cambiar». Así comienza el eslovaco Tomás Chrancek, de 28 años y residente en Stupava, el relato del porqué de su afición por el Celta, que no surge por ningún detonante en concreto. «No hay un motivo especial, sigo al equipo desde el inicio del milenio, cuando era uno de los clubes más destacados de la Primera española. Me gustaban futbolistas como Benni, Mostovoi, Gustavo López o Giovanella y otros que vinieron después, como Pinto o Baiano». Empezó a prestarle cada vez más atención hasta que se convirtió en su equipo, el que le gusta «como ningún otro en el mundo».

Más allá del estilo de juego que caracteriza al Celta, su política de fichajes -que también alaba- o la calidad de los futbolistas, incluso el factor estético tuvo que ver para que se hiciera celtista. «En aquella época, cuando jugaba al FIFA en el ordenador, no había vez que no escogiera al Celta. El fútbol español y la Liga me habían atraído desde siempre y, dentro de eso, también me gustaba mucho el azul celeste de la equipación, asi que supongo que todo ayudó», indica.

Internet es su mejor vía para estar al tanto de lo que sucede en el equipo.
Internet es su mejor vía para estar al tanto de lo que sucede en el equipo.

El periplo del Celta por Europa a principios de la década pasada sirvió para poner al club en el escaparate, pero Tomás es uno de esos aficionados que, aunque llegaron a la familia celtista en años gloriosos, lo hicieron para quedarse. «Seguí al equipo también en Segunda, cuando luchaba por no descender y luego por recuperar la categoría. Ya en Primera, aquella invasión de campo con tras el gol de Natxo Insa y las ganas que sentí de estar allí en ese momento son cosas que voy a recordar hasta el final de mi vida», señala.

Dice «detestar» a los clubes grandes, algo que también acentuó desde el principio su simpatía por el vigués. «Muchos amantes del fútbol con los que tengo contacto por internet se sorprenden de mi apoyo al Celta. Pero es una química enorme la que me une al equipo. Suena gracioso, pero muchas veces he discutido con ellos sobre por qué para mí el Celta es mejor que el Liverpool, por ejempo». En Centroeuropa, muchos internautas habituales de páginas de fútbol le conocen, presume, «como el mayor aficionado del Celta en la zona».

Asegura que a su familia le hace gracia su afición por «un humilde equipo de Galicia» y que a sus amigos les parece una extravagancia que no acaban de comprender, pero que «se han acostumbrado». «Honestamente, no conozco a nadie más aquí a quien le guste el Celta. Probablemente sea el único». Sí tiene un compañero de trabajo que sigue al Levante, pero es español. «Aprendí así algunas frases, el ''cómo estás'' o ''cómo te llamas''», cuenta. El ¡hala Celta! ya lo había aprendido por su cuenta mucho antes.

Muy dado a seguir y comentar el fútbol por Internet, está trabajando en una web sobre fútbol donde el Celta tendrá un enorme protagonismo (http://golazooo.webnode.sk/). Y cuenta con un alter ego en Facebook bajo el nombre de Santini Celtiñho Eslovaco. Admite simpatía también por el Preston North End inglés y el Werder Bremen alemán, «pero no es lo mismo».

Uno de sus sueños es ir a Balaídos -«no sé cuándo, pero lo cumpliré algún día, eso seguro»-. Mientras, se conforma con seguir siendo, desde la distancia, «el mayor celtista que existe... ¡Al menos en Eslovaquia!».