Casi la mitad de las candidatas a Mejor Película relatan eventos de las historia estadounidense, desde la abolición de la esclavitud hasta la captura de Bin Laden
11 ene 2013 . Actualizado a las 14:56 h.Las principales películas nominadas este jueves a los premios Oscar pueden que finalmente se queden en el camino y no consigan la preciada estatuilla el próximo 24 de febrero, pero sí darán una buena lección de historia al espectador. Casi la mitad de las candidatas a Mejor película en los Oscars relatan eventos de la historia estadounidense, desde la abolición de la esclavitud hasta la mayor victoria militar reciente para el país: la ejecución del terrorista Osama Bin Laden diez años después de los ataques del 11 de septiembre del 2001.
Lincoln, de Steven Spielberg, cuenta el duelo político emprendido por Abraham Lincoln para enmendar la Constitución y abolir la esclavitud en Estados Unidos. La historia tiene algo que enseñar a los actuales políticos del país, ya que muestra cómo el entonces presidente pudo diseñar el apoyo bipartidista que necesitaba en el Congreso. Los no estadounidenses también podrían interesarse en saber que los demócratas fueron quienes se oponían a la abolición a la esclavitud, a diferencia de lo que podría parecer desde un punto de vista moderno.
La esclavitud y la guerra civil también son telón de fondo del festival sangriento de Quentin Tarantino, Django desencadenado, una especie de fantasía de rebelión esclava en un homenaje a los espaguetti western. Tarantino ha sido criticado por el excesivo uso de la palabra «negro», que en inglés es un insulto muy fuerte. Y si bien el director afirma que lo hizo por mero rigor histórico, algunos afirman que el filme expone demasiada violencia lingüística -además de la física- y es inapropiado tras la masacre que ocurrió recientemente en una escuela.
Otra nominada a Mejor película para los Oscar fue Argo, de Ben Affleck, que si bien relata una historia verdadera, al parecer se tomó algunas libertades en su trama. La cinta, que narra la historia de la participación de Hollywood en el rescate de diplomáticos estadounidenses durante la revolución iraní en los años 1970, da casi todo el crédito a Hollywood y la CIA.Ha sido criticada por ello en particular en Canadá, donde quienes se oponen a esa visión afirman que este país tuvo una participación mucho más importante en la rocambolesca operación de rescate de la que se muestra en el filme. «La película es divertida, emocionante, pertinente», dijo al diario local Canada's Star el entonces embajador canadiense en Irán, Ken Taylor. «Pero miren, Canadá no estuvo ahí sentada mirando lo que pasaba. La CIA fue su socio minoritario».
En cuanto a La noche más oscura, una cruda versión de Kathryn Bigelow sobre la caza de Osama Bin Laden por la CIA, apela a una historia mucho más reciente y ha generado numerosas críticas por su retrato de los agentes de inteligencia de Estados Unidos. La cinta de Kathryn Bigelow muestra gráficas escenas de los llamados «procedimientos mejorados de interrogatorio», vulgarmente conocidos como tortura, y muestra cómo estos supuestamente permitieron a la CIA inferir que el jefe de Al Qaida estaba en un refugio en Abbottabad, Pakistán. Este punto de vista se ganó las críticas de varios legisladores y del actual jefe de la CIA, Michael Morell, quienes afirman que el filme exagera la importancia de la información obtenida a través de tales interrogatorios. El Centro de Derechos Constitucionales emitió un comunicado el jueves indicando que está «profundamente desilusionado de ver que Hollywood se prepara para dar su mayor honor a una película que glorifica uno de los períodos más oscuros de la historia de nuestra nación».
En menor medida, Bestias del sur salvaje también relata un acontecimiento de la historia reciente, aunque de forma fantástica y no explícita. La película cuenta el periplo de una niña pobre en Luisiana (sureste) después de que un espectacular huracán azotase la región y derribase los diques, en una evidente referencia al huracán Katrina que azotó Nueva Orleans en 2005. La protagonista de nueve años, Quvenzhané Wallis, que tenía cinco durante el rodaje y mintió en el «cásting» porque la producción buscaba niñas de seis, fue nominada a mejor actriz.