El último capítulo de la serie de zombis está repleto de todo lo que ha enamorado a los espectadores durante siete temporadas
04 abr 2017 . Actualizado a las 07:57 h.The Walking Dead ha reservado para el final de temporada todo lo que había estado cocinando durante 15 capítulos a fuego lento. Algunos dirían incluso que excesivamente lento. Pero, finalmente, todas el camino recorrido hasta aquí demuestra su importancia en los más de 50 minutos de sobresaltos que ha supuesto El primer día del resto de vuestra vida (The First Day of the Rest of Your Life), con el que Rick y compañía se despiden al menos hasta el próximo octubre.
(Ojo, este artículo contiene spoilers del último capítulo emitido, así que si todavía no lo has visto, te recomendamos que no sigas leyendo)
Sasha, la salvadora fugaz
Sasha se debatía, al finalizar el capítulo anterior, sobre si hacerse salvadora o no. Y la decisión de la chica es el que dirige, de principio a fin, el relato de este episodio de The Walking Dead. Una historia dividida en claros actos y que empiezan, todos ellos, con una misma estructura. Sasha escuchando música en un claustrofóbico lugar, el recuerdo pasado de la última conversación que tuvo con Abraham antes de que este muriese, el presente de la chica como cautiva de Negan y un íntimo momento que compartió con Maggie, quien representa el futuro, en palabras del exnovio de Sasha.
Unas escenas enlazadas que sirven para reforzar el nivel de extrañeza en un capítulo en el que lo importante son los planes ocultos, lo que no se dice, aunque se esté tramando en el fondo.
Si algo le preocupa a Sasha en su presente en The Walking Dead es que Negan la utilice contra sus amigos, así que se ocupa de que no sea así. Y lo hace con uno de los sacrificios más inesperados de la serie, y que supone solo uno de los muchos giros argumentales de este capítulo.
En el episodio anterior, la chica intentaba conseguir de Eugene algo con lo que matar a Negan, aunque le hacía pensar que era para matarse ella misma, pero solo conseguía, para su desgracia, una pastilla que le permitiría suicidarse, pero que difícilmente acabaría con el líder de Los Salvadores.
Así que Sasha traza un plan que, sin que ella llegue a saberlo, consigue ayudar más de lo que parece a sus amigos. Consigue que Negan prometa matar solo a uno de los de Alexandría (y no a tres), se ofrece como objeto de trueque y, una vez en el féretro en el que quiere ser transportada, se suicida mientras escucha la canción que mejor refleja lo que ella busca: «Algún día todos seremos libres».
Jadis, el «pajarito» traidor
Antes de que Negan abra el féretro para mostrarles a Rick y los suyos que Sasha sigue, en teoría, sana y salva, los alexandrianos no pueden estar en una situación peor. Jadis, la líder de los carroñeros, era en realidad una traidora. Se trata, por lo tanto, del «pajarito» que le había dicho a Negan qué era lo que tramaban en Alexandría.
No es algo que le importe a ningún espectador, ya que el grupo del basurero difícilmente podría ser más antipático, pero, en ese momento, pone a Rick en una posición desesperada.
Será precisamente Sasha la que, a través del plan que pasa por acabar convertida en zombi, consiga romper ese momento en el que los protagonistas no parecen tener escapatoria alguna.
Las cosas se descontrolan en esos últimos veinte minutos de The Walking Dead en los que parece que sucede toda la acción que había faltado en el resto de la temporada.
Pero aunque los de Alexandría consiguieron aprovechar el desconcierto para acabar con algunos de los carroñeros, la realidad es que todavía son minoría.
Quizás como una especie de broma macabra por parte de los responsables de la serie, The Walking Dead vuelve a mostrarnos a un Negan amenazador y a un Rick cabizbajo con una nueva de reconocimiento que solo los incluye a él y a su hijo.
Esta vez, sin embargo, la escena no va a acabar en incógnita. El juego de alianzas que se desplegó a lo largo de toda la temporada de The Walking Dead cobra por fin sentido y, en otro de esos giros inesperados, el tigre Shiva sale de la nada y se carga sin piedad a uno de los Salvadores, lo que lleva a Negan a interrumpir el asesinato de Carl.
Al Reino y Alexandría se les une, en medio del caos, un grupo de habitantes de Hilltop comandados por Maggie, de modo que a los carroñeros y a Los Salvadores no les queda otra que salir huyendo de allí.
Tras unos minutos de desconcierto, el asedio de Alexandría se disuelve. Y descubrimos, aunque no sea sorprendente, que Michonne ha sobrevivido a su combate cuerpo a cuerpo, a pesar de los graves desperfectos que ha sufrido en su cara.
La conclusión es que se ha formado el grupo de la resistencia en The Walking Dead, uno liderado por Rick, Ezekiel y una Maggie que da el discurso previo a la batalla final por la autonomía y el fin del dominio violento de Negan. Empieza aquí el primer día del resto de sus vidas.
Y todavía hay dos bazas más en el bando de los nuestros: Eugene, que le miente por primera vez a Negan al intentar dar las razones de la muerte de Sasha y que, por lo tanto, se ve envuelto en una posición más debilitada que antes; y Dwight, que se ha convertido por fin en el agente encubierto de los de Alexandría.