La cantante no solo ajusta cuentas en su libro con David Bisbal, esto es lo que cuenta del resto de sus relaciones fallidas
12 oct 2017 . Actualizado a las 09:27 h.Chenoa es, probablemente, una de las concursantes de Operación Triunfo que mejor ha sabido aprovechar su fama. Chenoa ha conseguido reinventarse, y su libro, Defectos perfectos, es un ejemplo de ello. La cantante sigue compaginando la gira de su último disco con sus apariciones en televisión, en programas como Zapeando o Tu cara me suena. Tras años bajo la sombra de éxito de David Bisbal, Chenoa ha conseguido resurgir de sus cenizas en varias ocasiones sin caer en programas fáciles pero que dañan más que ayudan al prestigio como Supervivientes o GH VIP, en los que sí participaron Verónica, Javián o Juan Camus. Durante todos estos años, y pese a su poca (o mucha, según se mire) fortuna en el amor, Chenoa se ha mantenido en el candelero mediático esperando su momento, y ese está siendo en los últimos meses, impulsado siempre por su controvertida aparición en OT. El reencuentro junto a David Bisbal.
Ahora, lejos de dejarse llevar por sus sentimientos, Chenoa parece estar bien aconsejada profesionalmente, y ha sabido aprovechar la ola mediática que le supuso la cobra (o no-cobra) que protagonizó en el concierto de OT. El reencuentro. Algunos pensaban que los fans se habían olvidado de la pareja favorita de la primera edición de Operación Triunfo, pero lo cierto es que esos fans tenían muy presente la historia de Bisbal y Chenoa. Y los documentales sobre Operación Triunfo no hicieron más que revivir todos eses sentientos. La nostalgia vende, y Gestmusic lo sabe bien (aunque probablemente no contaba con el resurgir del fenómeno fan de Operación Triunfo).
Por su carácter fuerte, por ser la exnovia que bajó en chándal con los ojos llenos de lágrimas ante las cámaras tras su ruptura con Bisbal o por su talento musical (hay que recordar que Chenoa quedó cuarta en el programa), la cantante ha ido manteniendo su carrera en la música durante todos estos años. Y además ha sabido sacar provecho económico a sus peores momentos. Primero lanzó una línea de camisetas y sudaderas con la frase «Yo en chándal no salgo más» que pronunció en OT. El reencuentro, y poco después se mofó de sí misma hablando de cobras para una compañía telefónica.
Ahora Chenoa vive probablemente un dulce momento profesional y personal. Pese a que en la presentación de su libro autobiográfico ella misma reconoció que «estuve desacertada con esa parte tosca mía, quería ser clara y al final fui un poco seca, acepto cuando hago las cosas mal», lo que cuenta en su libro ha terminado por convertirse en viral en los tiempos donde las redes sociales son las nuevas reinas de Internet. Porque sí, los fans de David Bisbal y Chenoa querían saber la otra versión de la historia. Hace años David Bisbal contó la suya, Chenoa durante todos estos años también había contado algo, pero lo que comenta en su libro ha terminado por dividir a España entre chenoístas y bisbalistas. David Bisbal la dejó, sin previo aviso y cambió de número. Hizo hace doce años lo que hoy se conoce como ghosting, lo que viene siendo desaparecer sin dejar rastro. Los seguidores de Sexo en Nueva York se acordarán de aquel novio que dejó a Carrie con un post-it, pues es esa idea, pero llevada a los tiempos de Internet.
Además, relata en su libro que además de que su madre fue la encargada de envolver y meter en cajas las pertenencias que David Bisbal tenía por toda la casa que compartían (incluidos los preciados premios que por aquel entonces ya tenía el cantante), también sufrió infidelidades. Aunque no da nombres, muchos han hablado de Mónica Cruz, que acompañó a David Bisbal en un videoclip. Y todo por una frase que muchos han entendido en clave del libro de Chenoa. «Para entonces ya no lloraba las penas», que es precisamente el título de la canción en la que aparecieron juntos en el videoclip Bisbal y la pequeña de las Cruz Lloraré las penas.
Pero aunque Chenoa habla mucho de David Bisbal en las páginas de Defectos perfectos, también repasa los otros hombres que la han marcado de alguna manera en su vida amorosa. Solo da algún nombre, otros prefiere omitirlos. En su libro Chenoa tiene un recuerdo para su primera amor adolescente, José, que tuvo el detalle de dejarla antes de empezar a salir con otra chica. De Juan, al que califica de «violento» al explicar que era un nini y sus peleas «eran constantes». «Un buen día , sin venir a cuento, en plena calle tuvimos una fuerte discusión con ingredientes que perfiero no recordar. No sé que extraño proceso mental te lleva a meterte en semejante montón de mierda. Le dejé y la cosa acabó en desastre otra vez: se estaba acostando con mi mejor amiga», recuerda Chenoa.
Chenoa entró en Operación Triunfo con novio, al igual que David Bisbal que también mantenía una relación con una compañera de la orquesta Expresiones en la que trabajaba. Luis Depestre, que falleció en el año 2015, era quince años mayor que ella (por aquel entonces tenía 26 años) y estaba casado. Le describe como muy «posesivo» y asegura que cuando entró en la academia de Operación Triunfo se dio cuenta de lo que era la libertad. Cuando en Navidad regresó a casa para ver a su familia él le espetó: «Estás enamorada del rizo. Le caminas a él como me caminabas a mí», ella recuerda que lo negó pero que rompió con él y solo lo volvió a ver en los platós de televisión hablando mal de ella.
El actor Álex González, hoy consagrado en la televisión por series como El Príncipe, fue la primera relación estable de Chenoa tras su abrupta ruptura con David Bisbal. Aunque el actor siempre había hablado bien de ella «la adoro», Chenoa narra en su libro una historia un poco distinta. «El día de los Goya supe que era el principio del fin, aquello puso de manifiesto la incapacidad de Álex para aceptar que era el novio de alguien famoso. La relación se convirtió en un reproche continuo, en un no querer salir por si nos veían juntos. Me sentí muy manipulada», recuerda Chenoa.
Para Luis, al que muchos en el libro creen que se refiere a David Escudero, solo tiene buenas palabras y le recuerda como alguien que le hacía la vida fácil. «Me enseñó a tener una vida normal, me ayudó mucho a conocerme a mí misma porque lo de las apariencias no iba con él. Somos grandes amigos actualmente», asegura Chenoa.
Pero la felicidad se terminó con Luis, por motivos que no especifica y la relación ser terminó. Y llegó a su vida otra pareja, del que ella no da más datos que su profesión: era piloto. «Respondía a todos los tópicos aeronáuticos: se había acostado con toda la flota de azafatas de su compañía». Con el estuvo al borde del matrimonio. «Reaparece, pedrusco de Cartier en mano, suplicándome matrimonio». Y ella dijo sí «porque siempre fui muy romántica, muy de pedidas, dije que sí porque así son los cuentos de hadas» aunque recapacitó al poco tiempo cuando vio que sus amigos no saltaban de alegría al conocer sus planes de boda, así que al final terminó cortando la relación.
Chenoa parece acumular novios con nombre de David en su vida, de David Bisbal a David de María pasando por David Escudero. Y es que su relación con el cantante gaditado es una de las menos mencionadas en el libro. Eso sí, David de María se arrepintió con el paso del tiempo de su mediática relación con Chenoa, algo que seguramente no gustó demasiado a la cantante.
Curi Gallardo, con el que Chenoa estuvo poco más de un año, tampoco apenas aparece nombrado en el libro. ¿Indica esto que es posible que haya una segunda parte?
Tampoco menciona a Alain Cornejo, con el que también tuvo una relación más o menos estable. Ni al músico Javier Arpa, que es, por el momento su última relación conocida y que tampoco aparece nombrado en el Defectos perfectos.
