La concursante se sinceró con Agoney acerca de sus problemas dentales y cómo la limitan en su día a día
16 nov 2017 . Actualizado a las 18:38 h.Los emparejamientos para las actuaciones del próximo lunes permiten a los concursantes de Operación Triunfo, conocerse un poco más íntimamente casa semana. Si en las anteriores, Luis Cepeda, protagonizaba roces con Juan Antonio y con Marina, entre otros aspirantes la complicidad entre los concursantes hacía surgir la magia, como ocurrió con Amaia y Alfred y su espectacular interpretación de City of Stars. Ahora es el turno de Nerea y Agoney, que el próximo lunes deberán cantar sobre el escenario de Operación Triunfo Symphony. Esta canción, que ya han comenzado a ensayar, les dará la oportunidad a Agoney de repetir la buena valoración del público y de resarcirse a Nerea, que fue salvada por los profesores de la Academia en la última gala, después de su penosa actuación junto a Ana Guerra.
En un momento de descanso, Nerea se sinceró sobre sus complejos con Agoney. La catalana habló abiertamente los problemas que le acarrea su dentadura y de las limitaciones que le supone en su día a día. Además asegura que tiene pendiente corregir su dentadura, pero que lo ha ido posponiendo por diversos motivos, entre ellos su formación. Una de las veces que lo pospuso fue cuando estaba haciendo una obra y hacía dos papeles, uno de Caperucita y otro de Julia, que alternaba con otra compañera, el director de la obra le dijo: «Yo no puedo decirte nada pero si te pones brackets te vas a comer 'julias'. No me iba a echar de la compañía, evidentemente, porque son como una tercera familia para mí», explicaba a su compañero Agoney.
Nerea continuó relatando que en ese momento optó por no corregirse la dentadura. «No me los puse», añadió pensando en hacerlo al acabar con la obra, «vine aquí y es algo que voy arrastrando», añadía. Además se quejaba de que antes no se lo hubieran hecho bien: «Me da mucha rabia que no me lo hicieran bien desde un principio, porque estaría bien ahora, no perfecta, pero más tranquila».
«Los empastes no tienen que quedarse así, se tienen que quedar como una funda, que se hace cuando se ha acabado el crecimiento. Fundas permanentes, que no se caen, y no se nota la marca. Hasta que no me arregle todo no me lo podré hacer. Tampoco me puedo hacer blanqueamientos ni nada. Me impide muchas cosas», proseguía. Entre las cosas cotidianas que Nerea no puede hacer, se encuentran acciones tan simples como comer un bocadillo. «Yo me lo como de lado, me dijeron que no podía morder con los de delante de lado. Me acostumbré, pero es muy cómico», le contaba a Nerea a Agoney.
Pese a contarle su complejo con la dentadura, Nerea le aseguraba a Agoney que «no me estreso, ya lo tengo asumido. Llevo con ello mucho tiempo». «Al salir de aquí nos maqueamos», bromeaba Agoney con Nerea. «Yo los dientes no los tengo muy grandes, los tengo salidos pero no muy grandes, lo que tengo es mucha encía, pero me pueden hacer una operación que te quitan un trozo de encía para que no se me vea tanta», seguía contando Nerea.
