La edad media en la que los hijos acceden a este conocimiento son los 8 años, aunque cada uno tiene su propio tiempo de maduración
05 ene 2018 . Actualizado a las 19:39 h.Las Navidades son unas fechas llenas de magia e ilusión, donde los niños son los protagonistas, junto a otros personajes como Papa Noel, O Apalpador o los tres Reyes Magos. Muchas veces los padres tienen muchas preguntas sobre como abordar este tema: ¿Cómo y cuándo decirles la verdad sobre estas figuras? ¿Es bueno que los niños crean? ¿Qué edad es la mejor para decírselo?
No existen los suficientes estudios sobre esta temática, sin embargo, la mayoría de los profesionales de psicología y educadores, coinciden en que no es malo para los niños, ya que como dice Iván Pico de Psicopico, es su forma de interpretar un mundo que no entienden y estimula su creatividad
Además, Claudia Fernández, psicóloga especializada en contextos educativos del Gabinete de psicología Insight, aconseja que los niños descubran la realidad por sí solos, ya que es bueno para desarrollar el pensamiento crítico de los niños, aunque insiste en que la mejor decisión será siempre la que tomen los padres. Cuando un niño empieza a tener sospechas y a hacer preguntas con respecto a los Reyes Magos, lo ideal sería hacerles una invitación a que piensen sobre. Incluso si preguntan si los Reyes existen de verdad, podemos preguntar por qué dicen eso.
Cabe destacar que en caso de que el niño decida seguir creyendo, pese a contarle la verdad, debemos respetarlo, ya que de forma natural el niño madurará su fantasía.
El momento de la verdad no debe ser triste
A la hora de enfrentarse al momento, existen una serie de recomendaciones para evitar que sea un momento «traumático». En primer lugar, hay que tener en cuenta que hay desengaños muchos peores que les dará la edad y la madurez, por eso, en ningún caso debemos dramatizar.
- Se debe decir siempre la verdad. Claudia aconseja que no se mienta ni que se vaya hacia atrás, ante «preguntas tan directas, verdades directas».
- Se debe hablar con el niño sobre las mentiras de los secretos, ya que hay algunos secretos en los que no se daña a nadie, como en un cumpleaños, pero si hay otros que pueden ser dañinos y es importante que el niño sepa diferenciarlos.
- Se debe hacer partícipe del secreto a los niños, ya que ahora forman parte del otro lado de la magia, ahora ya son mayores y deben guardar el secreto a los niños más pequeños.
- No decírselo en Navidad para evitar la decepción, como señala Iván Pico.
Iván y Claudia coinciden en que este momento debe ser especial, evitando que sea triste o «traumático», por eso, existen diversas formas de contarle la verdad a los niños y que sea un momento mágico y creativo, como a través una leyenda en la que los padres serían los pajes de los Reyes Magos o una carta para decírselo con mucho tacto y cariño al niño en cuestión, transmitiéndole lo mucho que le quieren sus padres.
La edad, a partir de 8 años
Los niños van desarrollando diferentes capacidades a lo largo de su corta vida. En los primeros cuatro años de vida, todavía no perciben lo abstracto y ambiguo, por eso se creerán la historia de los Reyes Magos como una certeza. Entre los 4 y los 6 años pueden aparecer las primeras dudas y preguntas, pero no es hasta los 7 años cuando un niño puede pensar de forma abstracta.
En la actualidad, la edad media en la que los niños se enteran está alrededor de los 8 años, aunque podría ser antes. Iván Pico aconseja a los padres que a partir de los 10 años se debe contar la verdad a los niños si todavía siguen creyendo firmemente en los Reyes Magos.
Lo más importante en estas fechas es saber poner límites, es decir, no conceder todo lo que pidan y buscar juguetes que fomenten sus capacidades. Claudia hace hincapié en que es una época importante para que los juegos enseñen cosas como la tolerancia a la frustración, la gratitud y valorar los regalos. Es importante que los padres no utilicen esta herramienta para sobornar con los regalos. Debemos educar a los niños para que se comporten bien por ellos mismos y no con una motivación externa, como podrían ser los Reyes Magos.
Cada niño es un mundo, por eso se debe ir viendo cómo se va desarrollando cada niño ante esta mentira mágica y buscar una forma bonita y especial para que no sea triste para los hijos. Además, la última decisión, siempre es de los padres.