Una cuenta solicitó al cocinero comer en su establecimiento con tres Estrellas Michelin a cambio de una buena crítica
30 may 2019 . Actualizado a las 12:04 h.Los conocidos como influencers, gurús de las redes sociales expertos en crear influencia y conseguir que la gente consuma según qué tipo de productos, empiezan a toparse con algunos huesos duros de roer. La semana pasada una youtuber se convertía en foco de todas las críticas después de pedir a un hotel una estancia gratis a cambio de publicidad y encontrarse con un dueño totalmente contrario a este tipo de prácticas.
Restaurantes, hoteles y demás negocios han empezado a poner coto a una moda que en los últimos años ha crecido de manera incontrolable. Más de un hostelero se ha topado con amenazas de recibir malas críticas en páginas como TripAdvisor en caso de no invitar a un comensal más geta de lo habitual, mientras que muchas marcas reciben cada día solicitudes de productos gratis de decenas de mal llamados influencers. Y muchos han decidido plantarse. El último en hacerlo ha sido el famoso chef Dabiz Muñoz.
El dueño del restaurante DiverXO, con tres Estrellas Michelin y unos menús degustación de entre 195 y 250 euros, ha demostrado que no está dispuesto a pasar por este aro. Tras recibir una insólita petición a través de su cuenta de Instagram, Muñoz decidía compartir con sus seguidores en las redes sociales la sorpresa -y el cabreo- que le había producido uno de los últimos mensajes que había recibido: «¡Buenos días! Os escribimos porque hemos recibido buenas críticas de vuestro restaurante, y queríamos probarlo. Nuestro perfil consiste en recomendar restaurantes y puntuarlos, tanto la comida, como el personal, el ambiente, etc. ¿Habría alguna posibilidad de que nos invitaseis a comer y a cambio os recomendáramos? Gracias».
Junto al mensaje enviado por los influencers se podía leer también la respuesta de Dabiz Muñoz: «Debe de ser una broma, clarísimo... ¿Verdad que sí?». Además de la respuesta al mensaje privado, el dueño de DiverXO decidía exponer a esta cuenta a la opinión pública a través de su perfil con un claro comentario: «Pues así está el patio, que han oído buenas críticas de Diverxo y que les invitemos! Vaya jungla esta...». Su publicación conseguía generar todo tipo de comentarios. Una gran parte de la plaza pública en la que se ha convertido Twitter criticaba la «cara dura» de los comensales, otros pedían con mucha sorna sumarse al carro y comer también gratis, mientras que otro puñado de gente optó por el cachondeo.
Pero también hay quien ha criticado la postura del chef y la decisión de exponer la cuenta a escarnio público. Algunos incluso se han atrevido a asegurar que el acto de hacer público un mensaje privado era «indecente», a lo que el propio chef ha respondido: «Te equivocas, indecente es la proposición. Las cosas se denuncian con nombres y apellidos, que sepamos quienes hacen estas prácticas. No más chantajes ni pseudo críticas gastronómicas».