
Como si se tratara de la película de Steven Spielberg de 1975 un biólogo fue sorprendido por un gran tiburón blanco que intentó atacarle en una expedición en Cabo Cod, Massachusetts
11 ago 2018 . Actualizado a las 19:11 h.Los científicos de Atlantic White Shark Conservancy navegaban en una de sus salidas para grabar e investigar a los tiburones. Lo han hecho cientos de veces, pero esta vez ha sido distinta. Greg Skomal, experto en tiburones, se situaba en la plataforma de la proa del barco con una cámara de acción atada a un palo para poder tomar instantáneas de los escualos. Armado con su cámara estaba dispuesto a encontrarse con el gran blanco y poder cazar unas buenas imágenes. Pero en esta ocasión, fue el tiburón quien buscó a Greg.
«El agua estaba extremadamente turbia», afirmaba Skomal al Boston Globe, por lo que el avión que les dirigía no pudo detectar al tiburón y tampoco Skomal, a escasos metros de la superficie, que fue sorprendido por el ataque del escualo. Abalanzándose directamente a los pies del biólogo con la mandíbula abierta de par en par.
«¿Habéis visto eso?» gritaba entusiasmado Skomal a sus compañeros después de recomponerse tras el susto, mientras intentaba sumergir la cámara para inmortalizar al animal que había intentado atacarle.
El científico, curioso por saber que llevó al gran tiburón a atacarle de ese modo, sostiene dos teorías. «Hay una vieja expresión llamada 'pelea o huye'. Quizás mostrar los dientes y saltar fue una forma de protegerse antes de largarse». La otra hipótesis es que «estaba en modo cacería». «Me interpretó, mi reflejo, mi sombra, mi imagen, lo que fuera, a través de la superficie del agua como una presa potencial y se abalanzó sobre mí». El científico añade que él se decanta por la primera opción.
Skomal sustenta que aunque ha habido frecuentes avistamientos de tiburones, la probabilidad de un ataque sigue siendo extremadamente baja. Pero añade «No tomes la presencia de estos animales a la ligera». Explicando que «lo que no quieres es que un tiburón se equivoque y piense que cualquier cosa en el agua, incluidas las personas, o un paddleboard, o un kayak es una foca; tú no quieres eso. Entonces, lo que tenemos que hacer es minimizar las posibilidades de que eso ocurra. Como no podemos decirles a los tiburones qué hacer, tenemos que modificar nuestro propio comportamiento».