Otros 27 condenados esperan su turno Dos secuestradores, Luis Amilcar Cetín Pérez y Tomás Cerrate Hernández, fueron ejecutados ayer en Guatemala, país donde otras 27 personas condenadas a pena de muerte esperan su turno para recibir una inyección letal.
29 jun 2000 . Actualizado a las 07:00 h.El comerciante Cetín Pérez, de 35 años, y el agricultor Cerrate Hernández, de 39, habían sido condenados a la pena capital por el secuestro y posterior asesinato de Isabel Bonifasi de Botrán, de 80 años y cuya familia es dueña de la mayor productora de bebidas alcohólicas. En los días previos, el país vivió momentos de incertidumbre ante los rumores sobre una acción violenta de la banda Los Pasaco, a la que pertenecían los ajusticiados, para evitar la ejecución. El presidente Alfonso Portillo envió a su familia a Canadá, y los parientes de Isabel Bonifasi abandonaron también temporalmente el país. El pasado 30 de mayo, los dos ejecutados agotaron sus recursos ante la Justicia, cuando el jefe de Estado les negó el perdón a ellos y a un violador, aunque a un indígena sí le conmutó la pena. Cetín fue el primero en ser ingresado en el módulo de la muerte y a las 06.05 hora local (14.05 en España) recibió el cóctel mortal. Luego, el verdugo ordenó el ingreso, tras una breve crisis nerviosa, de Cerrate, quien murió ocho minutos más tarde. Este ajusticiamiento se suma a otra ejecución por ese mismo método en 1998 y a unos cincuenta fusilamientos desde 1934. El Congreso reformó en 1996 la ley para «humanizar» la aplicación de la pena capital, evitando los fusilamientos.