Las autoridades diplomáticas española no ocultan las dificultades que entraña la repatriación de los cuerpos de María Ángeles Gironés y su hijo Cristóbal Molina Gironés, los dos turistas valencianos brutalmente asesinados a golpes el viernes por un grupo de ladrones al norte de India.
27 ago 2000 . Actualizado a las 07:00 h.Sus restos mortales, que estaban intentado ser rescatados ayer, podrían llegar a España ente los próximos jueves y sábado, según los cálculos del embajador de España en India, Alberto Escudero. Lo remoto de la zona en la que fueron asesinados, en las faldas del Himalaya, las penosas vías de comunicación y la persistente lluvia que sacude estos parajes de alta montaña dificultarán los trámites policiales, forenses y diplomáticos. La embajada española en Nueva Delhi envió el sábado a dos funcionarios a la zona Kulu, el núcleo urbano más próximo a la zona del suceso y su capital administrativa, para hacerse cargo de los cuerpos e iniciar los trámites de repatriación. Antes se les habrá de practicar a los cadáveres la preceptiva autopsia, exigida por la ley para casos de muertes violentas. Se preveía que los cuerpos llegarán a Kulu anoche. Si los trámites se desarrollan según al previsión del embajador Escudero, los cuerpos serán «trasladados el lunes por la noche a Delhi» y desde allí viajarían a España en las jornadas siguientes. Escudero confirmó el robo como el móvil del asesinato y aseguró que la zona en la que se encontraban «era peligrosa». La madre de Josefa Abad se refería ayer sobre su hija como «una mujer muy alegre, inquieta y aventurera, cuya aventura la ha llevado hasta aquí». Josefa y José, los padres, había hablado el viernes pasado con su hija por última vez.