Los dos candidatos se reunieron en Lima para felicitarse y buscar puntos de acuerdo El vencedor de la primera vuelta de las elecciones presidenciales peruanas, Alejandro Toledo, dedicó la jornada de ayer a celebrar el triunfo con los simpatizantes de su partido Perú Posible. Pero Toledo también tuvo tiempo para felicitar por su campaña a sus dos principales rivales: la candidata de Unidad Nacional, Lourdes Flores, y su competidor en la segunda vuelta, el ex-presidente y candidato de la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA) Alan García. Toledo acudió a la sede del APRA para «saludar» a García y buscar puntos en común. Durante el encuentro, los dos aspirantes a la presidencia acordaron realizar una campaña «limpia» de cara a la segunda vuelta, que deberá celebrarse en la segunda quincena de mayo como muy pronto.
09 abr 2001 . Actualizado a las 07:00 h.El resultado de las elecciones tiene un sabor agridulce para Alejandro Toledo. El candidato de Perú Posible no ha logrado su objetivo de alzarse con la victoria en la primera vuelta. Además, el 36% de votos conseguidos están muy por debajo del resultado esperado y es mucho peor que el de hace un año, cuando Toledo se enfrentó a Fujimori. Por si fuera poco, ningún partido ha obtenido la mayoría en el Congreso, por lo que el próximo presidente deberá alcanzar pactos con la oposición. Por todas estas razones, Toledo huyó del triunfalismo ante los centenares de seguidores concentrados frente al hotel de Lima en el que instaló su cuartel electoral. Pero si Toledo fue moderado en su discurso, todavía lo fue más el de Alan García. El ex-presidente aseguró que, si se confirma su pase a la segunda vuelta, huirá de los ataques personales y se centrará en «propuestas de gobierno». En medio de las celebraciones, Lourdes Flores aparecía con cara de circunstancias pero con el tono alto y firme. La candidata de Unidad Nacional no se rindió y aseguró que mantiene la esperanza de concurrir a la segunda vuelta hasta que haya resultados definitivos, aunque aseguró que aceptará «lo que dicten las urnas».