
Durante el interrogatorio se comportó «como una zombi», dijo un agente Andrea Pia Yates fue conducida ayer ante un juez de Houston (Texas) que le asignó un abogado de oficio. Así se puso en marcha el proceso judicial de la parricida más polémica de Estados Unidos. Al mismo tiempo comenzaron a conocerse algunos detalles de las muertes de sus cinco hijos. Yates relató a la policía cómo, metódicamente, los fue ahogando uno por uno en la bañera. Hasta que le llegó el turno al mayor, Noah, de siete años, a quien tuvo que perseguir por toda la casa antes de poder matarlo.
22 jun 2001 . Actualizado a las 07:00 h.JAIME MEILÁN NUEVA YORK. Corresponsal De acuerdo con la información proporcionada ayer por el diario The Houston Chronicle, Noah entró en el cuarto de baño cuando su madre sumergía en el agua a Mary, su hermana y la cuarta víctima, que acababa de cumplir seis meses. «¿Qué le pasa a Mary?», preguntó el niño. Lo que vio, sin embargo, fue suficiente como para que huyera rápidamente sin esperar por una respuesta. En el interrogatorio, Andrea Yates dijo que persiguió a su hijo hasta atraparlo, y lo arrastró al servicio, para ahogarlo junto al cadáver del bebé. El de Noah era el único que continuaba en la bañera cuando la policía acudió el miércoles a la casa. Los de sus cuatro hermanos habían sido trasladados a una habitación, depositados sobre una cama y cubiertos con una sábana. Las declaraciones de la madre fueron grabadas en vídeo por detectives texanos, pero no se han hecho públicas. El estremecedor relato del Chronicle fue elaborado mediante filtraciones de un agente con acceso a la grabación. Esta fuente aseguró que Andrea Yates habló «como una zombi» durante todo el interrogatorio. El padre de las criaturas acudió a la oficina del forense para identificar los cadáveres. Él y sus familiares sostienen que Andrea «es una persona cariñosa que amaba a sus hijos», y que los mató debido a que sufría una depresión postparto.