El presidente de Rusia asegura que los servicios secretos de su país están convencidos de la culpabilidad de Bin Laden Si aún quedaba algún británico con dudas sobre el papel de su país frente al terrorismo, ayer el primer ministro, Tony Blair, las despejó de un plumazo utilizando el lenguaje más bélico que se escuchaba a un «premier» desde la guerra de Las Malvinas. Otro tanto hizo el presidente ruso, Vladimir Putin, en Bruselas. Éste considera que sería «un error de principio» no llevar a cabo una acción militar en Afganistán por temor a que se produjeran víctimas civiles. Lo justificó diciendo que los servicios secretos rusos están convencidos de la culpabilidad de Osama Bin Laden en los atentados, por lo que Rusia «no necesita más pruebas».
02 oct 2001 . Actualizado a las 07:00 h.Vladimir Putin, que se reunió ayer en Bruselas con el primer ministro belga y presidente de turno de la Unión Europea, Guy Verhofstadt, subrayó que «la cooperación entre los servicios secretos de EE UU y Rusia está siendo fluida». Putin dijo que habría que «hacer el máximo esfuerzo para que haya el menor número posible» de víctimas civiles. En su opinión, tan culpables son los terroristas como los que los acogen. «No se trata de golpear a musulmanes, sino a terroristas», precisó. En cualquier caso, añadió, «la fuerza militar no será suficiente para luchar contra el terrorismo». «Debemos reflexionar sobre el hecho de que hay que eliminar la base del terrorismo», dijo aludiendo a la financiación y a la infraestructura. Añadió que la lucha sólo será eficaz si se une la comunidad internacional. «Recuerdo que el ministro saudí de Defensa dijo que nunca actuarían desde su suelo militares extranjeros para golpear a musulmanes. Es una visión errónea, ya que no se trata de golpear a musulmanes, sino a terroristas», dijo. Ataque inevitable En el Congreso del Partido Laborista, un Blair optimista dijo: «Estamos ante una batalla con una sola posible conclusión, nuestra victoria, no la de ellos». Aseguró que el régimen talibán se ha quedado sin tiempo, que la acción militar contra las bases de entrenamiento terrorista en Afganistán «es inevitable» y que conllevará el derrocamiento de ese régimen. «A Kabul sólo le queda una opción, o entregar a los terroristas o entregar el poder», dijo Blair. Además, advirtió de que puede haber bajas británicas en la contienda: «El peligro de una intervención militar es menor que el que supone no hacer nada frente al terrorismo internacional». «Bin Laden continuará preparando actos terroristas y los talibanes no dejaran de ayudarlo», añadió. Blair prometió que la acción militar será proporcionada y muy centrada en objetivos militares, y dijo «haremos todo lo humanamente posible para evitar víctimas civiles».