La anunciada toma de Mazar-i-Sharif, la llave que permite controlar el norte de Afganistán, se consumó ayer. Los guerrilleros de la Alianza del Norte, la amalgama de uzbekos y tayikos que se enfrentan al régimen de los talibanes anunció ayer su primer éxito militar desde hace meses.
09 nov 2001 . Actualizado a las 06:00 h.La noticia fue difundida por el general Rashid Dostum, jefe de una de las tres facciones de la Alianza que acosaban la ciudad desde hace meses junto a Mohamed Mohaqeq y Mohamed Atta. Posteriormente, los talibanes confirmaron la pérdida de este enclave, mientras que el Pentágono se limitó a calificar la noticia de alentadora. El papel del Ejército norteamericano en esta operación fue decisivo, ya que el avance de la Alianza sólo fue posible gracias a los masivos bombardeos de su aviación. El general Dostum declaró a la CNN que sus fuerzas se hicieron en apenas media hora con el control de Mazar-i-Sharif, al tiempo que precisó que en los combates habían muerto 90 talibanes. «Lo hemos tomado todo, incluido el aeropuerto», explicó Dostum, quien precisó que los integristas habían abandonado la ciudad y se habían refugiado en las afueras de la ciudad. Rivalidad Los observadores temen que los principales comandantes de la Alianza, pertenecientes a distintos grupos étnicos, se disputen ahora el control de Mazar, como hicieron durante años con todo el territorio de Afganistán, antes de ser vencidos por los talibanes. De hecho, el general Atta se encuentra acampado con sus hombres a cinco kilómetros del centro urbano, a la espera de entrar en él «lo antes posible» Por otra parte, ayer también fue bombardeada la ciudad de Kandahar, feudo de los talibanes y lugar de residencia del mulá Omar, máximo dirigente del movimiento talibán. Los ataques se centraron sobre todo en el norte de la ciudad, donde se supone que se encuentra el cuartel general de los talibanes. Aunque el 80% de los 500.000 habitantes de Kandahar la han abandonado, las fuerzas talibanes siguen imponiendo la ley y el orden, pero evitan mostrarse en grupo para no ser blanco de los aviones. También las cercanías de la base aérea de Bagram, 20 kilómetros al norte de Kabul, fueron objeto de un intenso bombardeo estadounidense.