
Ramish, de 20 años -fotografía inferior-, es una de las mujeres que aspira a entrar en la facultad de medicina de Mazar-i-Sharif, en el norte de Afganistán, después de tres años y medio en que el fanatismo talibán condenaba a la mayoría de las mujeres al analfabetismo. Esta universidad admitirá para el próximo curso a 400 mujeres que podrán trabajar en la abogacía, la medicina o el trabajo social. En la foto, Ramish piensa la respuesta a las preguntas en el examen de ingreso. Como contraste, los hombres recuperan el tradicional y espectacular juego denominado buzkashi, también prohibido por los integristas y consistente en hacerse con el cadáver de una cabra degollada. En la foto, los jinetes de los equipos provinciales de Kabul y Parwan se disputan el cuerpo del animal en medio de la expectación de los asistentes. El buzkashi es considerado el deporte nacional del país y, como el propio Estado en gran parte de su historia, apenas tiene reglas de juego.