Miles de venezolanos se manifiestan contra Chávez instigados por el militar disidente
INTERNACIONAL
El coronel Soto, citado para declarar ante sus superiores en 72 horas, dijo que no se entregaría y acusó al presidente de «fascista» El supuesto descontento militar contra Hugo Chávez mantiene en tensión las calles de Caracas, donde ayer continuaban las manifestaciones en las que se pedía la renuncia del presidente venezolano, exigida por dos militares en activo.
08 feb 2002 . Actualizado a las 06:00 h.Cada uno a un lado de la ciudad, al este los opositores y al oeste los chavistas, los manifestantes han mantenido sus posiciones, que a juicio del Gobierno y la oposición, no desembocarán en incidentes violentos. El coronel de Aviación Pedro Soto, quien el jueves pidió la renuncia de Chávez, se presentó ayer en la plaza Altamira de Caracas para explicar su conducta a la multitud congregada allí. Soto, cuya detención por parte de la Policía Militar fue evitada en la madrugada de ayer por sus simpatizantes, recibió un ultimátum de sus superiores, quienes le ordenaron presentarse antes de 72 horas para rendir cuentas o, de lo contrario, sería declarado desertor. Pero el coronel disidente afirmó que no se entregará y que seguirá luchando por la libertad de Venezuela, y retó al comandante en jefe de la Aviación, Régulo Anselmi, a acudir a la plaza a hablar con él. «Yo no tengo por qué entregarme, porque no he delinquido en ningún momento; he expresado el sentimiento de un pueblo que no quiere que mañana su juventud vaya a estar oprimida», dijo Soto a la multitud que le apoyaba. El militar agregó que contaba con el apoyo de los militares para defender la democracia, que a su juicio está en peligro bajo el régimen de Chávez, a quien acusó de «totalitarista y fascista». Soto declaró que si Chávez no dimite «ocurrirá algo grave en Venezuela». Otro militar, el capitán de la Guardia Nacional Pedro Flores, se sumó a las críticas contra Chávez. Flores se presentó en La Casona (la residencia presidencial) y dijo a los periodistas que la postura de Soto «es un sentir que está en muchos militares», y pidió a sus compañeros que se incorporasen al descontento público. Manifestaciones paralelas Tras el paso al frente dado por los dos militares, un amplio grupo formado por al menos dos mil opositores se reunió durante la tarde en la plaza Altamira, gritando consignas y blandiendo cacerolas para pedir la renuncia de Chávez. Se esperaba que su número aumentara durante la madrugada. Mientras tanto, los seguidores de Chávez hacían guardia ante la sede del Gobierno, en el oeste de Caracas. La presidenta del grupo parlamentario del oficialista Movimiento V República, Cilia Flores, declaró que los chavistas seguirán en la calle «repudiando la conspiración» de la que, a su juicio, forma parte Soto. La situación en el interior del país ha propiciado la reaparición pública del ex-presidente Carlos Andrés Pérez, exiliado en Colombia. Pérez negó estar detrás del coronel Soto, pero destacó el «gesto digno» del oficial y dijo que «puede ser la chispa de la explosión que se está esperando en Venezuela», al tiempo que manifestó su confianza en el Ejército de su país, del que dijo que finalmente derrocará a Chávez.