ROSA PAÍNO CRÓNICA Un murciano, condenado a cadena perpetua en Grecia
15 feb 2002 . Actualizado a las 06:00 h.a buena nueva sobre la abuela Lola, tras años de infructuosas mediaciones, la dio a conocer ayer en Madrid el ministro indio de Exteriores, Jaswant Singh. El canciller aseguró que Dolores Ruiz, condenada por tráfico de drogas, podría ser enviada a España en quince días por razones humanitarias, ante las peticiones de «alto nivel» (en referencia a las del rey Juan Carlos y José María Aznar). La historia de Dolores Ruiz Guerrero, residente en Madrid pero nacida en Málaga, parece sacada de un thriller. Sus desventuras comenzaron en el Parque del Retiro, cuando conoció a un matrimonio indio y entabló amistad con ellos. La pareja le animó a hacer turismo por India. Dolores, viuda por segunda vez, decidió lanzarse a la aventura pese a sus 75 años, su artrosis y su sordera incipiente. En agosto de 1995, cuando esperaba su avión de regreso a España en el aeropuerto de Nueva Delhi fue detenida tras hallársele en su maleta once kilos de heroína. Al parecer, la pareja india «se la jugó», como ha explicado su sobrina Carmen Camacho. «Ella no sabía nada del alijo, le dijeron que llevase a España un paquete de especies y abono, porque ellos iban muy cargados». Del matrimonio no se a vuelto a saber. En febrero de 1997, Dolores fue sentenciada a diez años de cárcel y a pagar una multa de 200.000 rublos (unos 4.970 euros). Desde entonces cumple condena en uno de los penales más duros del mundo. Concretamente en la prisión de Tihar, situada en los suburbios de Nueva Delhi, donde conviven hacinados y en condiciones extremas 9.000 reclusos. Allí la conocen como la abuela o mami Dolores, ya que se ha ganado el cariño de la gente al encargarse de cuidar y enseñar a leer y a escribir a los hijos de las presas. Su familia tiene noticias de ella a través de cartas. «Hace dos años se cayó y se rompió la clavícula», cuenta su sobrina, «poco meses después volvió a caerse porque se le habían roto las gafas y no veía bien». Esta vez la lesión fue más grave, se clavó en el pulmón tres costillas. A eso se une que padece trombosis y ha sufrido un ataque cardíaco. Después de pagar millones a abogados indios, se hizo cargo del caso gratuitamente Eduardo Vicente -marido de la modelo Judit Mascó-. Rodrigo Rato y el príncipe Felipe han intercedido por ella con ocasión de viajes a India. Nada consiguieron. Sólo ahora, después de seis años, Dolores comienza a ver su futuro más claro. No es el caso de Ramón López Patiño, de 35 años y originario de Murcia, que ha sido condenado a cadena perpetua en la ciudad de Komontini, por introducir en Grecia 26 kilos de heroína procedentes de Turquía. La detención se produjo el pasado 17 de septiembre en el puesto fronterizo greco-turco de Kipi. Los aduaneros descubrieron la droga en el depósito de su Jeep. Desde el primer momento, el detenido reconoció que estaba al tanto de su delito y que lo hacía por razones económicas. López Patiño espera ahora presentar una apelación, que posiblemente tendrá un veredicto dentro de un año, y se le reduzca la pena.