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Cuatro agentes del orden detenidos en Lima por el asesinato del torero José Reina

ELIZABETH LÓPEZ A CORUÑA

INTERNACIONAL

Tras agredirle en repetidas ocasiones en la cara y en la cabeza con un objeto contundente arrojaron el cuerpo ya sin vida al mar Cuatro agentes del orden peruanos fueron detenidos ayer en Lima por el asesinato del torero español José Reina Rincón. Abiertamente y sin aparente remordimiento, confesaron su crimen. Las palabras con las que calificaron su violenta intervención fueron «se nos escapó la mano». Pero los resultados de la autopsia que se le realizó al cadáver en Perú confirman que se les debió escapar algo más.

13 jul 2002 . Actualizado a las 07:00 h.

El fallecimiento se produjo por un fuerte golpe en la cabeza producido por un objeto contundente. No contentos aún con ello, le robaron 1.200 dólares y arrojaron su cuerpo al mar con la intención, frustrada, de ocultar el crimen. El suboficial técnico de la Policía Nacional de Perú, Ramos Pachas, y tres agentes municipales de la unidad de Serenazgo de Miraflores, Luis Lao, Wilian Benza y un tercero apellidado Cajas, fueron detenidos ayer por la muerte del torero español José Reina Rincón, según la Dirección de Investigación Criminal de la Policía peruana (Dirincri). Los cuatro agentes arrestados, que han admitido su culpabilidad, se encuentran ya en los calabozos de la Dirincri, en el centro de Lima, acusados del terrible crimen que cometieron tras arrestar al joven, de 22 años, en plena vía pública la fatídica noche del 2 de julio, el día de su desaparición. Según el diario peruano La República , el torero español, conocido en el ambiente de la tauromaquia como El Manchego , fue víctima de «un típico caso de ajusticiamiento criminal» tras ser detenido en estado ebrio en la plaza Kennedy, del distrito limeño de Miraflores. Los testigos los delataron Según los testigos citados por ese diario, el torero caminaba tambaleándose hasta que cayó sobre el mostrador de uno de los puestos de venta de artesanía de esa plaza. En ese momento, aparecieron los agentes, que «lo sujetaron con fuerza y lo trasladaron a rastras a unos 15 metros donde se hallaba el coche patrulla». Los investigadores sospechan que en el vehículo golpearon al torero hasta matarlo y después lo arrojaron al mar, donde fue encontrado una semana después. Según la autopsia realizada por los expertos del Instituto de Medicina Legal de Lima, el cadáver sufría un traumatismo craneoencefálico grave producido por un elemento contundente, así como lesiones en el cuello y en el mentón. Sin embargo, los familiares solicitaron una segunda autopsia, que se realizará el lunes en el Instituto Anatómico Forense de Madrid, con el objetivo de «tener una segunda opinión más contrastada», según el portavoz de la familia, Diego del Moral.