El Congreso de EE.UU. expulsa a un diputado por soborno y corrupción

La Voz B. C. A. | NUEVA YORKCORRESPONSAL

INTERNACIONAL

25 jul 2002 . Actualizado a las 07:00 h.

Corrupción, soborno y evasión de impuestos. Con ese currículo tan negro el congresista estadounidense James A. Traficant ha hecho méritos para ganarse la expulsión de la Cámara de Representantes, que se produjo ayer por 420 votos a favor y uno en contra. Traficant, de 61 años, es el quinto congresista de la historia que es expulsado del Congreso desde su creación hace 213 años y el segundo desde la Guerra Civil de 1865. En casos similares, otros congresistas dimitieron antes de que les llegara la expulsión. El legislador de Ohio fue declarado culpable en abril por los delitos de soborno, evasión de impuestos y corrupción. La sentencia se emitirá la próxima semana y podría enfrentarse a hasta siete años de cárcel. Ayer, en su última comparecencia ante el Congreso, tras nueve legislaturas, Traficant, conocido por su mordaz sentido del humor, se defendió a capa y espada de las acusaciones, insistió en su inocencia y dijo ser víctima de una conspiración en la que los testigos de su juicio han sido pagados para que declararan en su contra. El demócrata dice ser víctima de una «vendetta» de la ex fiscal general Janet Reno por su criticismo contra ella. Sin embargo, toda la carrera política de Traficant ha estado sembrada de acusaciones, sospechas e incluso juicios contra él por motivos similares. Según Joel Hefley, presidente de la Comisión ética de la Cámara de Representantes, las pruebas en su contra eran sólidas. "Hay ocasiones en que el comportamiento de un funcionario viola la confianza pública por lo que hay que tomar medidas como ésta" dijo ayer.