Los soldados se emborrachan bebiendo de un casco argentino agujereado por una bala, y las oficiales matan el tiempo haciéndose fotos desnudas
31 oct 2002 . Actualizado a las 06:00 h.Los oficiales británicos destinados en las islas Malvinas dedican los fines de semana al alcohol y al sexo, aunque en teoría están allí para prevenir un nuevo intento de invasión argentino. No podía ser de otro modo. El país estaba ultimando los preparativos para el 20 aniversario de su victoria en el conflicto de las Malvinas, cuando el rotativo The Sun tituló el miércoles: «Escándalo sexual en las tropas de las Malvinas». El Ministerio de Defensa británico ha prometido investigar la denuncia periodística, que, entre otras cosas, dice: «Un piloto se paseó desnudo volando a ras de la base en un helicóptero Chinook mientras una compañera militar lo observaba desde tierra; las oficiales allí destinadas se sacan fotos en topless, y los soldados que llegan a la base tienen que someterse a una ceremonia de iniciación que consiste en emborracharse bebiendo del casco de un soldado argentino agujereado por una bala». En la base de las Malvinas hay unos 1.800 soldados de ambos sexos. Con el paso del tiempo se ha convertido en el enclave ideal de entrenamiento de las fuerzas británicas. Por lo general los oficiales son enviados a las Malvinas durante un periodo de tres o cuatro meses. La proporción de hombres y mujeres es de ocho a una. The Sun defendía de algún modo la acción de los soldados al explicar que viven en medio de un páramo desolado y sacudido por fuertes y permanentes vientos helados. No hay nada con lo que los soldados se puedan entretener, excepto observar el paso de los pingüinos. En Londres nadie quiso calificar de escándalo la noticia del Sun . Sin embargo, algunos han comenzado a hacer chistes, ya que el príncipe Andrés, un amigo de la juerga, visitará el archipiélago la próxima semana, y sabe pilotar helicópteros Chinook.